Opinión

QUINTAESENCIA

QUINTAESENCIA

Rafael Ciprián

Robotización.-

La Humanidad está asaltada por la robotización. Y esa afirmación no se refiere únicamente a la invasiva incursión que tiene la tecnología en la vida de las personas, sino que también expresa el comportamiento de muchos individuos que interactúan en su vida social como especies de robots.

El desarrollo de la ciencia y la tecnología está llamado a mejorar la existencia humana. Desde la antigua Grecia se vislumbró esa posibilidad. Aristóteles, el discípulo más aventajado de Platón, afirmó que en el futuro el trabajo humano, y sobre todo el del esclavo, se reduciría grandemente, gracias a la intervención de las máquinas.

La Política, uno de los grandes libros de Aristóteles, le sirvió a este filósofo para decirnos, como si fuera un visionario testamento lanzado al futuro, lo siguiente: “Si cada instrumento pudiese, en virtud de una orden recibida o, si se quiere, adivinada, trabajar por sí mismo, como las estatuas de Dédalo o los trípodes de Vulcano, «que se iban solos a las reuniones de los dioses»; si las lanzaderas tejiesen por sí mismas; si el arco tocase solo la cítara, los empresarios prescindirían de los operarios y los señores de los esclavos. Los instrumentos propiamente dichos son instrumentos de producción; la propiedad, por el contrario, es simplemente para el uso.”

Todo esto ya es una realidad, menos lo humano. Estamos sometidos a la fatiga o estrés del trabajo excesivo y muchas veces irracional. Son millones y millones los infelices que hoy trabajan como esclavos a cambio de salarios que no les alcanzan ni siquiera para alimentarse adecuadamente. Lo hacen con comidas chatarras, carentes de los nutrientes indispensables para que el cuerpo funcione como debe ser.

No reponen las energías que gastan en las jornadas laborales.

Vivimos la tercera revolución industrial. El salto tecnológico exponencial está dado, aunque divorciado de una moral y una ética que impacte positivamente al ser humano.

Es cierto que la robotización en los procedimientos médicos viene dando excelentes resultados. Y que en algunos hogares se emplean intensivamente electrodomésticos con tecnología de punta. Los televisores, computadoras, celulares y demás dispositivos electrónicos inteligentes nos transformaron la vida.

Incluyendo que cada día hay menos personas utilizando el cerebro y más personas manejando aparatos electrónicos.

Pero la capacidad de destrucción y muerte ha aumentado. En la era de la información, estamos más desinformados y más manipulados. En la globalización vivimos más como aldeanos que como seres globales.

Con la liberalización de los mercados y las fronteras, las mercancías se transportan libremente por el mundo, y los seres humanos tienen restricciones para viajar.
Ciertamente, algo anda muy mal.

El Nacional

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