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Quintaesencia

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Rafael Ciprián

¿Invasión en Haití?

La gravísima crisis social, económica y política que padece el pueblo haitiano, por su complejidad y peligrosidad para la República Dominicana, está generando que muchos de nuestros intelectuales, con don Árvalo Arvelo hijo, a la cabeza, estén pidiendo a los Estados Unidos de América (EUA) que invadan militarmente la tierra de Dessalines.

Esa extrema solicitud se corresponde con el criterio de que los haitianos son incapaces de autogobernarse. Y la razón no les falta a los peticionarios.

Hemos sostenido la convicción de que en Haití no existe una nación, porque solo llegan a ser un conglomerado humano, sin orden ni fines claros. Tampoco es una República, aunque así se definan, porque no tienen un verdadero Estado que sustente esa forma de organización política, ni tienen, obviamente, instituciones que funcionen.

Sin embargo, somos de la opinión contraria a la invasión militar en Haití. Ya los EUA invadieron militarmente en varias ocasiones y nada provechoso dejaron. Lo hicieron en el 1914, y las tropas se mantuvieron en el escenario de la Primera Guerra Mundial, y luego volvieron a invadir con el camuflaje de los organismos internacionales y el apoyo del mundo. Todo empeoró. Es una constante histórica.
Por tanto, la ocupación bélica de un país nunca es buena ni provechosa para los pueblos víctimas de esa medida imperial.

Sabemos que para algunos pensadores, la noción de soberanía e independencia de los países está revisada y disminuida, sino eliminada, en los tiempos de globalización que vivimos. Pero esa opinión sólo se aplica en perjuicio de los pueblos pobres, pequeños y débiles. Jamás para las grandes potencias.

Además, la proclamada mundialización y derrumbe de las fronteras solo funcionan para las mercancías, con la pretendida apertura de los mercados internacionales, no para los seres humanos. Prueba de ello es el estricto control migratorio que aplican EUA, Canadá, Francia y el resto de Europa. Y frente a los inmigrantes africanos, asiáticos, latinoamericanos y demás pobres del mundo. ¿Pura xenofobia o aporofobia?.

Muchos se han asombrado de que EU A no haya intervenido militarmente en Haití, frente al secuestro de varios de sus ciudadanos por las pandillas que aterrorizan a los haitianos. Y llegan al estupor al enterarse de que EUA declaró que no haría nada, que las autoridades de Haití debían resolver esos problemas.

Y eso se debe, esencialmente, a que Juan Bosch sigue teniendo razón, aunque esté muerto físicamente, de que el imperialismo, fase superior del capitalismo, como lo llamó Lenín, fue sustituido por el pentagonismo norteamericano. El método del control militar fue cambiado por la dominación ideológica, comercial y organizacional. Y no ven competencia política o imperial.