Constitucionalistas
Dejan poder
“Porque me dio el pueblo el poder, al pueblo vengo a devolver lo que le pertenece”. Esa frase del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en un discurso pronunciado un día como hoy, hace 50 años, con motivo de los constitucionalistas renunciar al poder durante la guerra de abril de 1965, ha perdurado, por su significado, a través del tiempo.
Tras la revuelta que se inició el 24 de abril de 1965 en reclamo de la reposición del profesor Juan Bosch, derrocado en 1963 a través de un golpe de Estado, y después de una invasión armada de Estados Unidos, combates, crímenes, detenciones y abusos se llegó a un acuerdo que implicaba la renuncia del Gobierno constitucionalista, encabezado por Caamaño Deñó, para dar paso a un régimen provisional presidido por Héctor García Godoy.
Miles de personas se congregaron en el acto, que marcó un acontecimiento histórico, en que el Gobierno constitucionalista, que contaba con el respaldo de las fuerzas populares, anunció su salida del poder.
Con García Godoy comenzó una etapa, que culminó con las elecciones de 1966, tuteladas por las tropas invasoras, ganadas por Joaquín Balaguer, quien gobernaría durante 12 años consecutivos. La decisión de los constitucionalistas representa un acontecimiento memorable.