La discusión en torno a la iniciativa del diputado Pedro Botello para devolver el 30% de los ahorros de los fondos de pensiones a los trabajadores aglutina, como amerita un proyecto de tal envergadura, cada vez a más sectores. El debate adquirió un nuevo giro tras la adquisición por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) de 40 mil millones de pesos en bonos colocados por el Gobierno para lidiar con la pandemia del coronavirus. Líderes políticos como Leonel Fernández y economistas como Ernesto Selman han cuestionado, desde distintos puntos de vista la colocación y adquisición de los recursos. En el debate no ha faltado el evidente interés de los congresistas de manipular la iniciativa, cuestionando de esa manera sus reales intenciones. El informe favorable de la comisión que estudia la polémica pieza ha sido sazonado como si se tratara de la aprobación del proyecto con el propósito de crear falsas expectativas en la clase trabajadora. Los trabajadores estarían más que felices si les devuelve en estos momentos el 30% de sus ahorros en los fondos de pensiones, pero es más que sabido que se trata de una decisión que no se puede tomar a la ligera.