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Reelección y comunicación

Reelección y comunicación

Juan TH

Hay que mejorar sustancialmente la comunicación del gobierno durante todo el proceso electoral en medio del proyecto de reelección presidencial, no sólo en los medios de prensa, radial, televisada, digitales y redes sociales, en algunos de los cuales se notan grandes debilidades, ya sea por falta de conocimientos, de actitud o voluntad política.

Desde que comenzó el gobierno del Partido Revolucionario Moderno que encabeza Luis Abinader, hace más de tres años, he sostenido que la comunicación ha sido una tarea pendiente que no termina de pasar con buena calificación.

Las deficiencias de todo el gobierno las ha suplido el presidente Abinader, sin ser esa su responsabilidad. La culpa no ha sido exactamente de los incumbentes en la dirección estratégica de comunicación; más bien de la inexistencia de una clara política de comunicación, que involucre a todos los funcionarios, por pequeñas que sean sus funciones.

El gobierno lo encabeza Luis Abinader, pero el gobierno es del PRM, por lo tanto, los dirigentes del partido en el país, no sólo de la capital, deben asumir determinada responsabilidad en la comunicación. Me pregunto: ¿Ha diseñado el PRM una política comunicacional y la ha puesto en práctica? ¿En qué consiste? ¿Y el gobierno, discutió, definió y puso en marcha una línea comunicacional? Si tanto el partido, como el gobierno, lo hicieron, pido excusas, la desconozco.

En todo caso, ha llegado el momento de revisar todo cuanto se ha estado haciendo en materia de comunicación. Hay que cambiar o mejorar la comunicación. El PRM no está solo en el escenario político; el presidente Abinader, tampoco. Recibe embates de todos los flancos.

Hay funcionarios que nadie conoce, que al parecer no les duele el gobierno, ni el partido, que no les duele  Abinader, pues de lo contrario, dieran la cara cada vez que fuera necesario, saldrían al frente, como gallos de pelea, o cacarearan como las gallinas cada vez que ponen un huevo, para defender y proteger, al gobierno, al partido y al presidente.

Estamos en campaña porque hay almas que salvar, dicen los cristianos. Yo diría, estamos en campaña porque este país hay que mantenerlo a salvo de los depredadores que como lobos salvajes acechan para volver a destriparlo y dejar solo los huesos, como hicieron en el pasado.

No quiero señalar a nadie por su nombre, pero muchos funcionarios -lo he dicho otras veces- no hablan con nadie, no le cogen el teléfono a nadie, no le responden mensajes a nadie, no suelen dar entrevistas. Son “ciegos, sordos y mudos”.  

Los departamentos de prensa y comunicación en los ministerios y en las direcciones generales, a pesar del grupo de fotógrafos, camarógrafos, redactores, expertos en redes sociales y comunicadores, rara vez cumplen su rol.