Carta de los Lectores Opinión

Reforma del PRM

Reforma del PRM

El Partido Revolucionario Moderno (PRM) tiene unos 16 meses de gobierno, y han sido numerosos los aciertos del presidente Luis Abinader desde la Presidencia de la República, como la independencia de la Justicia del Poder Ejecutivo, el restablecimiento de la moralidad y la eficiencia en la gestión Pública, el fin del pago del “peaje sombra” en la autopista el nordeste, entre otros.

Como el presidente está trabajando en beneficio del país es necesario que el partido se ponga en condiciones de coadyuvar decididamente a ese esfuerzo, sin embargo, los presidentes y secretarios generales del PRM en su mayoría, nunca han convocado la directiva del partido en sus respectivas demarcaciones, situación que le ha permitido como miembros de la comisión de empleos colocar a sus familias y amigos en los puestos del gobierno, en lugar de los dirigentes y activistas con mayores méritos.

En consecuencia, nos permitimos sugerirle a la comisión de reforma estatuaria del (PRM), entre los que se encuentran Eddy Olivares y Darío Lugo, que se establezca en los estatutos del partido que se reformarán el 15 de enero próximo, la obligatoriedad de que la directiva del partido deba reunirse por lo menos cada tres meses, en los periodos en que el partido esté en el poder, y de no hacerlo que cinco o seis dirigentes puedan someter a Presidente al tribunal disciplinario para su suspensión si el tribunal encuentra méritos.

Creo que hay que lograr que el partido, que durante la campaña electoral es una entidad en la que prima la operatividad, el dinamismo y la solidaridad al más alto nivel, se mantenga esas cualidades en todo momento, y que los Presidentes y secretarios generales, no puedan secuestrar el partido para manejar a su antojo los beneficios que se obtienen del gobierno.

Con un partido operativo y eficiente, que se reúna cada cierto tiempo en la comunidad, se podrá buscar salida a los problemas generales de la misma y lograr hacer efectiva la solidaridad de los miembros que han alcanzado posiciones en el gobierno central, en los ayuntamientos y Congreso Nacional, para resolver problemas de los miembros menos favorecidos, que demandan medicamentos, alimentos, libros, etc, consciente de que ningún partido puede darles empleos a todos sus militantes.
Por: Manuel Andujar

El Nacional

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