En su edición del pasado domingo tres de julio, en la página 18, el columnista Ernesto Guerrero publicó un artículo titulado “Orgullo LGBT”, en el cual daba una lista de conocidos personajes de la historia, que él asegura eran homosexuales o lesbianas, por lo cual las personas que se identifican como tales deben estar orgullosas. Entre ellos menciona al Rey David, en cuyo caso se fundamenta en la cita “Samuel 1.26”. Se trata del libro 2 de Samuel capítulo I, versículo 26. que expresa: “Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatan, Que fuiste muy dulce. Mas maravilloso fue tu amor Que el amor de las mujeres”.
Si nos vamos a la Biblia y leemos el contexto, nos daremos cuenta de que Jonatan acababa de morir en batalla junto a su padre el rey Saúl, y que David y Jonatan habían sostenido una relación de hermanos, como bien se refiere el propio David en su escrito, que se refiere a él como hermano mío, no como a un amante, como asegura el articulista.
Jonatan era cuñado de David. Es bueno resaltar, que muchas relaciones matrimoniales dejan sabores amargos. Sin embargo hay cuñados que se convierten en verdaderos hermanos y esa hermandad dura para toda la vida.
Es importante leer la biografía completa de David para poder entender esta relación con Jonatan, quien de acuerdo a la línea sucesoral, por ser hijo del rey Saúl, a su muerte, él se convertía en heredero del trono. Sin embargo, era un hombre con temor de Dios y el sabia, que Jehová, a través del profeta Samuel había ungido (designado) a David para que fuera el sucesor del Saúl. Jonatan sabía que ante una decisión del Dios de Israel no había otra cosa que hacer que no fuera aceptarla.
Esto provocó que él hiciera una alianza estratégica, un pacto con David, para que cuando asumiera el reino tuviera misericordia de él y de su familia, porque en ese tiempo, cuando llegaba un rey de una familia diferente a la gobernante, todos eran cruelmente asesinados.
Por eso es que David al asumir el reino y al terminar de conformar su gabinete pregunta si había algún descendiente del rey Saúl a quien el pudiera hacer misericordia y le informaron que quedaba vivo un hijo de Jonatan llamado Mefiboset, que vivía en una ciudad llamada Lodebar, y David lo mandó a buscar y le permitió que viviera en el Palacio Real y ordenó que se le entregara todos los bienes que el heredaba de su padre y de su abuelo. Ahí se cumplía el pacto de hermanos, que habían hecho David y Jonatan, no de una relación homosexual como erradamente interpreta el columnista, del versículo escogido de la Biblia.
Se descarta la posibilidad de la homosexualidad de David, porque de acuerdo con la Ley Judía la homosexualidad y el lesbianismo conllevaban pena de muerte. (Levítico 18:22 “No te echarás con varón como con mujer, es abominación”; 29.