POR: Chiqui Vicioso
luisavicioso21@gmail.com
Hay una vocación de suicidio político en el ambiente. La Resolución del Tribunal Constitucional, que se ensaña con los condenados de la tierra, sin tocar las estructuras responsables aquí y en Haití de este tráfico humano, es un factor predominante; las declaraciones del Ministro de Medio Ambiente, desconociendo la sentencia del Tribunal que prohíbe la explotación de Loma de Miranda es otra; y la pasividad del Estado frente a lo que se intenta implementar contra Cuba, la gota que amenaza rebosar el vaso.
Nunca como ahora han sido tan proféticos estos versos del poeta Arthur Rimbaud y sus Iluminaciones; sus augurios de que nos aproximamos a una temporada en el infierno. He aquí una síntesis:
“Soy un efímero y descontento ciudadano de una metrópoli que se juzga moderna porque eludió todo gusto conocido…La ciudad con su humo y el ruido del trabajo, nos seguía muy lejos por los caminos…me recordaba los incidentes miserables en mi infancia, mis desesperaciones del verano, la horrible cantidad de fuerza y ciencia que la suerte siempre apartó de mi. …En este país avaro nunca seremos otra cosa que novios huérfanos”.
“!La ciudad oficial exagera las concepciones de la barbarie moderna más colosal! El barrio comercial es un circo de estilo único con galerías apoyadas en arcadas. Ante la idea de encontrar teatros en ese circo, me digo que en las tiendas deben vivirse dramas bastantes sombríos. ..En …sus suburbios…el elemento democrático asciende a algunos centenares de almas…y salvajes gentilhombres cazan sus crónicas a la luz que ellos mismos han creado”.
“Bribones contundentes. Muchos entre ellos han explotado sus mundos. Sin necesidades y poco apremiados por instrumentar sus brillantes facultades; rostros deformados. Algunos los hay jóvenes…En ropas improvisadas con un gusto de pesadilla, representan tragedias de bribones y semidioses, combinan populares ademanes maternales con gestos y ternuras bestiales, transforman el lugar y a las personas, y recurren a la comedia hipnótica”.
“Se vende aquello que otros no vendieron…Se venden los cuerpos sin precio, ajenos a toda raza, todo mundo, todo sexo, toda descendencia. ¡Riquezas que brotan a cada paso! ¡Se vende anarquía para las multitudes, moradas y migraciones, deportes, magias y perfectos conforts!..y esos secretos enloquecedores para cada vicio, y su alegría aterradora para la multitud, …la inmensa opulencia incuestionable, aquello que no se venderá nunca”.
“Sueño con una guerra, de derecho o de fuerza, de lógica imprevista. Cierta noche, en que se encuentra el turista inocente sustraído a nuestros horrores económicos”.
“Se estremecerá al paso de las hordas la ciudad…Será el momento de mares encrespados…del planeta arrebatado y los consiguientes exterminios, certezas indicadas con poca malicia por la Biblia y que a todo individuo sensato le será dado presenciar”.

