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Saltando al pasado

Saltando al pasado

Manuel Fermín

Uno no pretende apostar al pesimismo, pero ante tantas promesas que hacen las autoridades que resultan inútiles si no hay la voluntad y posibilidad de cumplir, al final todo terminará minando la credibilidad del Gobierno. Porque involucra al Presidente, ya no solo funcionarios.

Porque evidencia un fallo múltiple que ha sido criticado, sin éxito, hace tiempo. Por el alcance, pues parece indicar que en todo el período pasará igual.

Conste, si lo llevamos a la fe la Biblia (Eclesiastés 5-4) nos dice: “Cumple lo que prometes”. Conviene repasar la secuencia de lo prometido—silencio por razones de espacio— para tener una idea clara del objetivo de poner en marcha una publicidad engañosa, y que lo atribuimos como propio del vértigo de tener algo que anunciar u ofrecer.

Su peor pesadilla para el que promete es que simplemente no podrá cumplir por lo efímero, dubitativo y lo tímido en el devenir del Gobierno, y que terminará en una anomalía más propia de la demagogia. Todo un salto al pasado. Nos lo dicta la experiencia lo frágil que resulta este propósito en aras de un uso electoralista.

Mal método pienso yo pedir el voto por la reelección para cumplir lo ofrecido durante cuatro años porque el ciudadano lo aprecia como una manipulación. Se ofreció un cambio, pero el cambio es ruptura, riesgos, reformas, y su ejecución es un verdadero terremoto.

Por eso todo ha quedado en retórica y,peor aún, en un fervor por la excesiva teatralidad de funcionarios que no alcanzan a lograr cierto peso en lo que anuncian porque se dicen con las venas hinchadas y risas enlatadas como verdaderos bufones; es una suerte de jarana demagógica.

Entiendo que el presidente Abinader tiene que reinventarse y concluir en todo lo posible lo queha iniciado y lo que ha continuado porque de lo contrario, se quedará embalsando un resentimiento que terminará echándole del poder. La Historia tiende a repetir situaciones.