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Sargazo en la costa sur

Sargazo en la costa sur

Sudelka Garcia

En la República Dominicana se carece de una estrategia para el manejo y la adaptación del sargazo, que está afectando a casi todo el litoral nacional, y en especial a las provincias de Barahona y Pedernales.

Una investigación del Instituto Tecnológico de Santo Domingo alerta que el tráfico de los sargazos ha traído como consecuencia afectaciones ambientales, económicas y sociales, agravadas por el continuo crecimiento de las cantidades que recalan año tras año.

La afluencia masiva de sargazo es un problema que afecta a varios países de África y del Caribe desde el 2011 y, desde hace más de una década a la República Dominicana, o por lo menos de esa época datan los primeros informes creíbles.

La investigación fue realizada por Rolando Liranzo y Ulises Jáuregui Haza, doctorante y coordinador respectivamente del doctorado de Ciencias Ambientales del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), quienes, en una visita realizada a la zona Sur de República Dominicana, como parte de un proyecto de tesis doctoral, constataron que las provincias Barahona y Pedernales están siendo afectadas por la llegada del sargazo.

Resaltaron que en República Dominicana todavía no se ha implementado una estrategia coherente para el manejo y adaptación del sargazo que perjudica playas, áreas marinas y el flujo turístico.

Observaron que los puntos con mayor afectación se encuentran en la zona costera de Los Patos y Enriquillo, provincia de Barahona, y Juancho, provincia de Pedernales.
Los investigadores conversaron al respecto con autoridades del Ministerio de Medio Ambiente, pescadores, propietarios de instalaciones hoteleras y lugareños, con el fin de evaluar los impactos de este fenómeno natural asociado al cambio climático en los sectores de la pesca y el turismo, así como las afectaciones a los ecosistemas costeros.

La situación más crítica apreció en Juancho, donde las playas y manglares están invadidos por el sargazo nuevo y viejo (de afluencias anteriores que aún no se ha recogido), pero también de desechos plásticos que son arrastrados por la corriente marina hacia la zona.

Sudelka Garcia

Periodista de El Nacional Digital