Sasha Rodríguez, medallista de oro en kata por equipo en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú 2019, está entrenando en la ciudad de Nueva York.

La destacada karateca, conquistó la presea dorada formando equipo con María Dimitrova y Franchell Velásquez.

“Entreno dos horas diariamente en Nueva York, para estar en buenas condiciones”, comentó.

Sasha refirió que dos o tres veces a la semana camina y realiza ejercicios en su hogar. En ocasiones corre en el parqueo, cuando no hay personas.

José Guerrero
Expresó que está bajo la dirección técnica del entrenador José Guerrero.

“El profesor Guerrero tiene un programa para que los entrenamientos se cumplan a cabalidad”, sostuvo.

Las prácticas las realiza con sus compañeros Chris Navarro y Tanya Rodríguez.
Resaltó el gran trabajo que está haciendo el entrenador Guerrero.

Covid-19
Manifestó que cuando sale de su casa al gimnasio de karate, usa su mascarilla y guantes, “pues todavía aquí se están infectando personas del coronavirus”.

Manifestó que la única forma de detener la propagación de la covid-19 es que “todos cumplamos las recomendaciones de los que están al frente de la lucha contra la pandemia del covid 19”.

Panam 2021
Sasha, quien estudia derecho, indicó que está enfocada en el Campeonato Panamericano de Karate del 2021.

“Nos estamos preparando para esa competencia y otros eventos internacionales”.

Toñito
Manifestó que mantiene contacto con Antonio Vólquez (Toñito), director técnico de la Federación Dominicana de Karate.

Recordó que ganó medalla de oro en los Juegos Nacionales de San Francisco de Macorís, representando a la Sexta Zona, que estaba formada por atletas de Nueva York y otras naciones.

Vólquez fue quien la contactó y la integró a la selección dominicana de karate.
“Estoy muy agradecida de mi entrenador y de los dirigentes de la Federación”, apuntó.

«La motivación es lo que te pone en marcha, y el hábito es lo que hace que sigas”
Jim Ryun
“Acepta los retos para así poder sentir la euforia de la victoria”
George S. Patton

Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos.