DETROIT. Michigan. Después de fallar cada uno de sus ocho turnos entre los Juegos 2 y 3 de la Serie Mundial, el venezolano recibió un mensaje positivo de su compatriota y compañero en los Gigantes, Grégor Blanco.
Yo le dije a él que era el pelotero que iba a dar la cara hoy, le relató Blanco a LasMayores.com entre celebraciones de champaña en el clubhouse visitante del Comerica Park.
Efectivamente, fue Scutaro-bateador oportuno de San Francisco durante la mayor parte de esta postemporada-quien dio el hit decisivo en el décimo inning para darles una victoria por 4-3 a los Gigantes sobre los Tigres en el Juego 4 de la Serie Mundial, lo que fue la culminación de una barrida propinada por San Francisco a Detroit.
Cuando empujó la carrera y llegó a segunda se lo dije, y él me dijo ‘tú confiaste en mí’ y le dije, ‘claro’.
Scutaro le conectó sencillo al zurdo Phil Coke en la primera parte de la décima entrada para empujar a Ryan Theriot. Fue su segundo hit del partido y su cuarto de la serie, en un total de 16 turnos al bate.
Somos campeones, dijo Scutaro, quien se coronó por primera vez en su carrera de 11 años en Grandes Ligas. Acabamos de ganar la Serie Mundial.
Este es un sueño hecho realidad, continuó. Cuando firmas un contrato y te conviertes en pelotero profesional, sueñas con esto. No tiene precio.
Para los Gigantes, no tiene precio el valor de Scutaro desde que el veterano llegó al equipo el pasado 27 de julio vía un cambio con Colorado por el infielder Charlie Culberson. El venezolano bateó .362 en 61 partidos y 243 turnos por San Francisco en los últimos dos meses de la campaña regular, con OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .859.
Después vino su valiente actuación de Jugador Más Valioso contra los Cardenales en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, con todo y los dolores provocados por el golpe recibido de parte de Matt Holiday en una jugada en la segunda base. Y el domingo fue la gran coronación de su heroísmo de octubre con el batazo frente a Coke.