Opinión Articulistas

Se la jugó

Se la jugó

Orlando Jorge Villegas

Cuando un grupo de amigos sale a cenar es común dividir la cuenta al final de la velada para aliviar la carga individual de los comensales, logrando así que la salida no sea un peso desmedido para ninguno. Del mismo modo, ahora nos toca a todos, como sociedad, asumir la responsabilidad de dividir la cuenta por los gastos del Estado, con el fin de construir un mejor país.

La reforma fiscal que ha propuesto el presidente Luis Abinader no es más que un llamado a la colaboración colectiva para asegurar el desarrollo y bienestar de todos los dominicanos.

El presidente Abinader ha asumido con responsabilidad política un mandato fundamental establecido en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, el cual fue redactado y aprobado durante los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Este gesto representa un ejemplo claro de continuidad política y jurídica.

Es fundamental destacar que los recursos obtenidos a través de esta reforma no son simplemente para incrementar la recaudación, sino para ser invertidos en sectores estratégicos que han sido históricamente desatendidos.

La seguridad ciudadana, un aspecto crucial en cualquier sociedad, será fortalecida mediante la inversión en infraestructura tecnológica y el aumento del cuerpo policial. Además, la reforma prevé la creación de un sistema de transporte público más eficiente, con proyectos que incluyen la expansión del teleférico y la construcción de nuevos trenes metropolitanos, indispensables para mejorar la movilidad urbana.

En el ámbito de la salud, el gobierno se ha comprometido a incrementar significativamente los recursos destinados a la atención primaria, una medida que beneficiará a millones de dominicanos, al mejorar el acceso y la gestión de enfermedades crónicas.

A su vez, se contempla una mejora en los servicios que ofrecen los gobiernos locales, con inversiones que permitirán la renovación de calles y vías, así como una mejor gestión de desastres y emergencias.

La reforma simplificará el sistema tributario, favoreciendo a micro, pequeñas y medianas empresas. Se eliminará el anticipo para las microempresas y se reducirá significativamente para las pequeñas y medianas, promoviendo el emprendimiento y la formalización de nuevos negocios, dinamizando así la economía nacional.

Sin esta reforma, el país enfrentará un futuro incierto, marcado por un creciente déficit fiscal y la incapacidad de satisfacer las necesidades básicas de la población.El presidente Abinader se la jugó en una movida que no suele ser popular, pero que sí es fructífera para el país y su futuro. Todos debemos aportar, entendiendo que el sacrificio de hoy es la garantía de un mañana con servicios públicos de calidad y una economía robusta.

Por: Orlando Jorge Villegas

ojorge@jvmediagroup.com

El Nacional

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