Preocupa el creciente estado o ánimo de violencia e irritabilidad en la ciudadanía, lo que no debe confundirse con auge de delincuencia y criminalidad, flagelos que concitan la atención del presidente Luis Abinader, quien cada lunes aborda la situación con mandos policiales, militares y del Ministerio Público.

Son frecuentes las riñas y pleitos entre ciudadanos por situaciones que no ameritan ni levantar la voz, pero que muchas veces concluyen en tragedias que pudieron evitarse si las partes procuraran resolver los conflictos por vía del diálogo.

Como ejemplos se mencionan el enfrentamiento a balazos entre una pareja de cuñados en una gallera de La Vega, con saldo de un muerto y un herido, así como la reyerta por asunto de tránsito entre el conductor de una yipeta que blandió un arma de fuego y el chofer de una guagua pública, que optó por atropellarlo con su vehículo.

Fiscalías y destacamentos barriales reciben decenas de ciudadanos que acuden a querellarse o son apresados por incurrir en actos de violencia física o verbal, por temas tan diversos como uso inconsulto de un estacionamiento o por música en alto volumen.