Sería un crimen que algún sector utilice el dolor que padece la población con la pandemia del coronavirus, que ya se ha cobrado 362 vidas, para realizar proselitismo político. Y más inhumano todavía si la campaña para apuntalar aspiraciones electorales se realiza con recursos no transparentados. Al denunciar la deplorable práctica Participación Ciudadana solicitó la intervención de la Junta Central Electoral (JCE), comenzando por la difusión de supuestas encuestas de firmas no reconocidas por el organismo. Tan pronto se tomaron las primeras medidas para enfrentar la pandemia los candidatos presidenciales Gonzalo Castillo, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), comenzaron a desplegar acciones que amplios sectores han cuestionado por sus tintes proselitistas. Con el despliegue han llegado las encuestas sobre el perfil tanto de Castillo como de Abinader y Leonel Fernández, de Fuerza del Pueblo, que el movimiento cívico objeta por la razón de que han sido realizadas por empresas no reconocidas por la JCE. Nadie se engaña pero algo tendrá que hacerse.