Opinión

Solución a la vista

Solución  a la vista

POR: Luis Pérez Casanova
l.casanova@elnacional.com.do

 

 

No es una ley de amnistía, pero sí lo que más se le parece. Me refiero a la salida que pondera el Gobierno para resolver la condición de apátridas en que quedan decenas de miles de dominicanos de ascendencia haitiana a causa de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la nacionalidad. No habrá conflicto de poderes ni desacato, porque el fallo, como corresponde, será respetado. ¿Cuál es la fórmula para salir del atolladero en que la intolerancia ha metido al Estado so pretexto de resolver un problema migratorio? Los informes que tengo indican que se ha contemplado una ley especial que beneficiaría con su actual estatus a todos los inscritos como dominicanos en el Registro Civil, aunque sean hijos de extranjeros ilegales.

Si es así, aunque las fuentes son fidedignas, eso significa que la sensatez, como tenía que ser, terminará por imponerse. El Plan Nacional de Regulación de Extranjeros y otras iniciativas que se han adoptado están dirigidas única y exclusivamente al aspecto migratorio, que es una cosa, pero no al problema neurálgico, que son las desnacionalizaciones, que es otra. La soberanía no se cuestiona. Al contrario se respeta Lo que se censura es privar de la nacionalidad, por la causa que fuere, a más de 200 mil personas.

De aprobarse el proyecto, que sería presentado el 27 de febrero y discutido en el diálogo binacional, la Junta Central Electoral (JCE), que propició la tormenta con la resolución que despojó de sus documentos de identidad a más de 20 mil descendientes de haitianos, estaría compelida a restituirles la nacionalidad a esas personas. Puede darse por descontado que quienes se han opuesto a la sentencia del Constitucional, por inhumana e injusta, se identifican con una iniciativa en tal sentido. Si surge alguna oposición será de los patriotas y nacionalistas contra todo lo que huela a Haití. O a su sinónimo: pobreza y desamparo.

La iniciativa concuerda con la preocupación expresada por el presidente Danilo Medina en el sentido de que a la sentencia había que buscarle una salida humana, legal y justa. Se hablará de colonialismo, injerencismo e incluso se pedirían cabezas. Sin embargo, lo importante será resolver un problema que ya ha afectado considerablemente l imagen del país y que incluso lo expone a sanciones internacionales por violación de los derechos humanos.

e hecho, ya la Comunidad Económica del Caribe (Caricom) le cerró las puertas para ingresar a ese bloque y el presidente de Venezuela advirtió, en obvia alusión a las autoridades dominicanas, que quien se metía con Haití lo hacía con el pueblo venezolano. Sin la facilidad de Petrocaribe, las dificultades económicas constituirían un verdadero desafío para la estabilidad y la gobernabilidad. Lo sensato, pues, era buscar una salida propicia.

El Nacional

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