El ataque con armas de guerra perpetrado el viernes contra la cárcel de Najayo y la agresión a tiros desatada dentro del recinto por un recluso armado con una pistola, con saldo de cuatro muertos y nueve heridos, constituyen sucesos gravísimos que requieren movilizar cielo y tierra para identificar autores materiales e intelectuales.

A ese suceso se agrega la muerte a balazos en la cárcel La Victoria de un interno a mano de otro que portaba un arma de fuego, por lo que resulta insólito que en un mismo día, además de la agresión a tiros a un recinto carcelario, reclusos desaten tiroteos al interior de los dos principales centros penitenciarios.

El procurador general, Francisco Domínguez Brito, dijo que los cuatro individuos que agredieron a tiros el recinto de Najayo viajaban en una yipeta que estacionaron en la parte frontal del penal desde donde dispararon presumiblemente con fusiles M-16.

Mientras el grupo disparaba contra el edificio de la cárcel, otro sujeto armado con una pistola tomó como rehén a un guardia del penal, lo que originó un enfrentamiento a tiros con saldo abultado de muertos y heridos, incluidos dos subdirectores del recinto que permanecían en estado grave.

Sorprende que en una zona con relativa restricción vehicular y elevada vigilancia policial, un comando armado acometa un atentado contra ese recinto carcelario con la evidente intención de provocar fuga masiva.

Resulta también extraño que al menos dos reclusos logren obtener sendas pistolas dentro de las cárceles Najayo y La Victoria, con las que perpetraron acciones de terror o asesinato durante un mismo día. ¿Cómo es posible que se mercadeen armas de fuego dentro de las prisiones?

Quizás hoy las autoridades informen sobre detenidos en relación con esos sucesos, pero se requiere auscultar a toda profundidad tales casos para determinar el propósito del atentado contra el recinto Najayo y la vinculación con los incidentes a balazos perpetrados en el interior de ese penal y de la cárcel La Victoria.

Lo ocurrido tiene ribete de gravísimo desafío a la autoridad y a la ley porque ese atentado con armas de guerra habría sido perpetrado por una banda de narcotraficantes con el propósito de liberar a secuaces presos en Najayo. Se reclama, pues, una investigación exhaustiva para identificar y apresar a los autores materiales e intelectuales de esa acción criminal.,