El exministro de Energía y Minas Peligrín Castillo propuso transformar la termoeléctrica Punta Catalina en una empresa pública de capitalización abierta, amplia y democrática, aplicando el artículo 219 de la Constitución.
Consideró que tras la inversión en la construcción de las plantas a carbón, no es deseable mantenerla como propiedad estatal, ni mucho menos que la entregue a los actores dominantes de un sector estratégico, algo a lo que se había comprometido el gobierno anterior.
Abogó para que su propuesta sea replicada en otras empresas públicas, lo que implicaría que el Estado renuncie a sus responsabilidades de regulador y formulador de políticas en infraestructuras críticas, ni tampoco a su rol de actuar conforme al principio de subsidiaridad, en sus intervenciones puntuales en la economía.
Confió que con la aplicación del artículo 219 de la Carta Magna y una legislación adecuada, el Gobierno se puede convertir en una fuerza inversora «muy poderosa» para diversos sectores nacionales e internacionales.
“Si los dominicanos del exterior son buenos para enviar remesas, deben serlo como socios capitalistas del desarrollo nacional”, puntualizó el también vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista.
Castillo agregó «como solución al destino de las plantas termoeléctricas de Punta Catalina, pienso llevar mi propuesta al Consejo Económico y Social (CES), a fin de que sea tomada en cuenta por la autoridades de turnos».
Explicó que con esa fórmula constitucional de “democratización de la titularidad de las acciones”, las empresas públicas, no solo se garantiza una gestión trasparente y eficiente de las mismas, sino que empezaría a cambiar la naturaleza del capitalismo dominicano y a corregirse algunas de sus deformaciones históricas.
Añadió que “es sorprendente que no se haya considerado esa fórmula de cambio real, que tiene, además, asidero constitucional, y que fue concebida para ampliar la base propietaria de la República, contrarrestando, la perniciosa tendencia a la alta concentración de las riquezas y las oportunidades, que constituye uno de los mayores desafíos que amenazan la paz social y la estabilidad democrática en nuestra nación y el continente”.
Rechazó que se trate de imponer un esquema monopólico y oligopólico con el proyecto de fideicomiso para la administración de la termoeléctrica Punta Catalina.

