Editorial

Terror en Afganistán

Terror en Afganistán

Terror en Afganistán

Los atentados perpetrados ayer en el aeropuerto de Kabul, con saldo de más de 73 muertos y 140 heridos, fue advertido dos días antes por el presidente Joe Biden, quien dijo que existía “un riesgo agudo y creciente de un ataque” del grupo Estado Islámico”, que reivindicó esas acciones terroristas en Afganistán.

Un terrorista detonó una bomba frente a una puerta de acceso al aeropuerto y otro hizo estallar los explosivos que llevaba consigo en un área del hotel Barón, cerca de la terminal aérea, lo que fue seguido de un ataque armado con reportes de decenas de víctimas, incluidos 12 soldados estadounidenses muertos y 15 heridos.

El puente aéreo establecido por Estados Unidos ha permitido la evacuación de más de cien mil personas desde Kabul a Qatar, mientras miles de afganos y extranjeros aún siguen en el aeropuerto a la espera de poder salir del país antes de que se retiren las tropas estadounidenses el 31 de agosto.

Lo que ha ocurrido en Afganistán cambia radicalmente el panorama político y militar, aunque el presidente Biden mantenía ayer su decisión de poner fin dentro de cuatro días a una intervención militar que se prolongó por 20 años, pero también ha prometido que perseguirá a los autores de esos ataques y les hará pagar por sus atentados.

La comunidad internacional, que reaccionó sorprendida por el retorno al poder de los talibanes, muestra hoy consternación por esos ataques cometidos por el Estado Islámico, grupo ultra radical, lo que presagia recrudecimiento de la violencia y pone en dudas que Washington cumpla con el calendario de retirada de sus tropas.

El presidente Biden confronta extendidos cuestionamientos internos por el manejo de la crisis de Afganistán, situación que se agrava porque entre los más de 70 muertos figuran 12 soldados estadounidenses y otros 15 entre los 140 heridos.

Los talibanes también han prometido que perseguirán a quienes planificaron los atentados en el aeropuerto de Kabul, lo que promovería un entendimiento con Washington para aunar esfuerzos en la captura de los terroristas, que ayudaría a la Casa Blanca a aliviar el oleaje de censura contra Biden.

El mundo condena enérgicamente esos ataques contra multitudes que procuraban viajar al extranjero ante el justificado temor de que el Talibán instaure de nuevo en Afganistán un régimen de terror. Esta vez la ira de Washington se focaliza contra la maquinaria de terror conocida como Estado Islámico.

El Nacional

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