La presidenta del Senado, Cristina Lizardo, ha sugerido con buen tino que comience ya el período de tregua política con el cese de la propaganda partidaria, para que la ciudadanía disfrute la temporada navideña en sosiego.
Durante los últimos años ha sido la población la que se agencia por propia cuenta su espacio de asueto espiritual al no poner atención al torrente de declaraciones y actividades proselitistas con que dirigentes políticos pretenden competir con tan emblemática tradición.
Ojalá que líderes, candidatos y dirigentes atiendan la sugerencia de la senadora Lizardo, única manera de no exponerse a una embarazosa situación de indiferencia o mofa de la gente frente a todo lo que digan durante este mes. A ese pedido de tregua política debería agregarse que, aun sea durante diciembre, se frene la delincuencia y la criminalidad, los apagones, que se controle el desorden en el tránsito y que el Gobierno anuncie muchas buenas nuevas.
Juana Méndez
Como muy grave e inaceptable se define el ataque a pedradas y botellazos contra la sede del consulado dominicano en Juana Méndez, perpetrado por una turba de ciudadanos haitianos, que obligó a los empleados a refugiarse en el vecindario.
Son frecuentes e intensas las manifestaciones en Cabo Haitiano y Fort Liberté contra el Gobierno del presidente Michel Martelly, en reclamo de reducción de impuestos que se aplica a productos que se adquieren en los mercados binacionales que se realizan en varios puntos de la frontera los lunes y viernes.
Días antes, manifestantes impidieron el retorno desde territorio haitiano de varios camiones y patanas con sus choferes y ayudantes, quienes se guarecieron en destacamentos policiales para evitar ser agredidos.
No es aceptable que en esas protestas se incluya la agresión a sedes diplomáticas o consulares dominicanas, por lo que el Gobierno dominicano debería exigir al de Haití garantía de protección a esas sedes y al personal que labora en su interior.