El canciller Miguel Vargas consideró que el drama humano de las migraciones en el mundo supone un serio reto para los países receptores que no siempre cuentan con las estructuras y los medios para enfrentar el ingreso súbito o continuo de contingentes de extranjeros.
En un discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York sobre el tema de los refugiados, moderado por los presidentes de México, Peña Nieto, y de Panamá, Juan Carlos Varela, Vargas afirmó que República Dominicana conoce a fondo las tragedias derivadas de la migración provocada por razones meramente económicas, por lo que levantó la bandera del derecho soberano de cada Estado de determinar a quién admite en su territorio, solo sujeto a las obligaciones internacionales.
“Frente a la emigración que nos llega principalmente del país vecino, hemos adoptado medidas que nos colocan a la vanguardia en lo que tiene que ver con el respeto a los derechos de los emigrantes, en definitiva víctimas de circunstancias sobre las cuales no tienen control”, sostuvo Vargas.
Agregó que “pusimos en marcha el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, el cual además de dotar de su estatus migratorio a más de 300,000 personas de 105 nacionalidades diferentes, permitió unir voluntades entre las autoridades nacionales, fortalecer el diálogo con la sociedad civil y con los organismos internacionales en una sola dirección.
Explicó que de esa manera se garantizó, además, el derecho a la identidad de una población que estaba en condiciones de vulnerabilidad.
Dijo que para facilitar el acceso al plan a los interesados, pusieron en operación centros de atención en todo el país, particularmente donde había núcleos reconocidos de extranjeros.
Destacó que el Gobierno buscó la ayuda de organismos con experiencia y conocimiento necesario en la materia, en particular el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre otros.