En momentos como el que República Dominicana confronta con el coronavirus no parece prudente que la clase política emplee tiempo en pugnar sobre a quién culpar de los problemas coyunturales que afloran en el escenario de combate contra esa pandemia.
El incendio del vertedero de Duquesa no puede ser endosado a la fatídica cuenta de una pandemia que agobia al mundo, porque se trata de un incendio que afecta principalmente al Gran Santo Domingo y lugares cercanos, aunque la humareda causa males respiratorios a miles de ciudadanos.
Se admite que los frecuentes incendios en ese principal depósito de desechos sólidos del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo son recurrentes, pero también debe tenerse como principal objetivo extinguirlo cuanto antes para luego precisar las causas que provocaron el fuego.
Se requiere que Gobierno y autoridades municipales aúnen esfuerzos en determinar las causas de siniestros tan frecuentes en vertederos, aunque en la mayoría de los casos hay que determinar la pertinencia de su traslado y de que no sean de depósitos de desperdicios a flor de tierra.
Ese vertedero ha requerido durante muchos años de profunda transformación o de su cierre definitivo porque ha sido, además de un peligro para la salud pública, botín de filibusteros políticos y corporativos, pero esta vez de lo que se requiere con urgencia es de apagar un incendio recurrente.
La alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, ha ofrecido la receta ideal, no sólo para extinguir el incendio en el vertedero, sino también para procurar conjurar junto al Gobierno y las demás alcaldías del Gran Santo Domingo un problema que data de muchos años.
Se resalta que decenas de miembros de los cuerpos de bomberos de las diferentes alcaldías y de brigadistas de Obras Públicas, Policía y Ministerio de Defensa participan en la extinción del fuego en el vertedero de Duquesa, faena que debería estar alejada de la contienda electoral.
Los incendios de vertederos o forestales que coinciden con la prevalencia de la pandemia del coronavirus deberían ser afrontados con determinación como problemas coyunturales que afectan también la salud de la población, sin olvidar que la tarea principal es combatir la COVID-19.

