Al menos la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, entiende que la violencia social no es una falsa percepción o una narrativa para criticar al Gobierno.
De ahí que se haya propuesto una saludable campaña de concientización e integración de la familia y otros sectores para abordar el drama de la violencia.
Si no se reconoce el problema y sus causas no hay manera de resolverlo. La ministra, que dice que el 65 % de los homicidios registrados a nivel nacional en lo que va de año derivan de conflictos sociales, está consciente de que el problema tiene que abordarse desde una perspectiva de prevención.
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La campaña que se propone puede ayudar a bajar los homicidios si se trabaja de cerca con los sectores más vulnerables. Y sin ignorar la crispación social que explica que dos personas se batan a tiros por un simple roce de tránsito o por la ocupación de un estacionamiento.