En el PRM la pista se pone que quema con denuncias como la de la senadora Faride Raful en el sentido de que en ese partido se han admitido candidatos expedientados por violación sexual contra menores.
La legisladora arremetió contra la endeble depuración de los candidatos de todos los partidos, pero quiso poner de ejemplo el caso del PRM de colocar en sus boletas a personas manchadas.
Sin identificarlos ni a ellos ni al partido a que pertenecen Raful aludió a dos precandidatos al Senado con expedientes por abuso sexual.
Citó el caso del exdiputado perredeísta Julio Romero, nominado como candidato a la alcaldía de Santo Domingo Este por Fuerza del Pueblo.
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Por formación, la senadora del Distrito Nacional sabe que una cosa es una querella, que puede interponerse hasta para hacer daño, y otra un sometimiento. Hay que esperar la reacción.