Reportajes

Violencia en Santiago

Violencia en Santiago

Parece que, en un orden matemático inflexible y severo, la única que ha resuelto coherentemente sus problemas relacionados con los fenómenos que ella genera es la Naturaleza. Los condicionamientos, las “asimetrías”, los errores violentos, han determinado eventos de irregulares a catastróficos en el devenir de la historia humana.

La gente en Santiago percibe que hay excesiva violencia social, según muestreos puntuales. Las intervenciones de los organismos represivos que resulta el último recurso ante el fracaso de una educación apenas atendida y de un reparto social menos atendido aún, no han sido suficientes para moderar, que no eliminar, la espiral violenta.

La seguridad ciudadana es juzgada prioritaria para que la gente que vive en el núcleo de la sociedad volatilizada pueda crear, recrearse, laborar. Ese ámbito idealizado ha sido perforado por la descomposición, por la ausencia de liderazgo operante, por la ausencia de compensaciones justas de los ciudadanos por su trabajo digno.

Una encuesta reciente dada a conocer en Santiago detalla que sólo el 16.4 por ciento juzgaba a Santiago al momento de realizarse como un lugar muy o bastante pacífica.

Asimismo, 55.0 por ciento de los muestreados dijeron  que perciben a la ciudad como violenta.

De acuerdo al empresariado de la segunda ciudad la delincuencia debe ser una de las principales prioridades a ser atendidas por el gobierno nacional.  Creen que la delincuencia, ahora en un punto medio, de alguna “estabilidad”, se ha constituido en un freno a las actividades productivas de la ciudad. A nivel nacional ésta se mantiene (44.0 por ciento) como la tercera prioridad. Para Santiago se coloca como la cuarta prioridad (29.6 por ciento). Todo ello a pesar de que la llamada segunda ciudad no está clasificada entre las más violentas. Sin embargo, hace apenas un par de años se produjo la eliminación física, previo asalto, de 25 taxistas lo que colocó en situación de crisis a ese sector y en condiciones de pánico a miles de ciudadanos.

El impacto psicológico de estas muertes, ampliamente  recreadas por el sector  mediático, ha determinado que muchas personas sientan  terror ante la cercanía de desconocidos en condiciones de soledad en la misma área urbana y a plena luz.

Hay múltiples programas dedicados a tratar el fenómeno de la violencia en la ciudad del Yaque. El barómetro con el que se midió  esta violencia se halla inserto en el espacio sobre la gobernabilidad del plan estratégico Santiago 2020 que nuclea a una serie de sectores. En cambio, los conflictos con potencialidad de desestabilizar al gobierno, el llamado “santiagómetro” o barómetro de medición no halló riesgos considerables.

Sin embargo, los santiaguenses cuestionados (40.6 por ciento) dijeron  que el conflicto más fuerte en el país es entre ricos y pobres. En términos generales, el  vórtice violento que se ha asentado en la sociedad dominicana, como ha mostrado más de un informe bien documentado, está determinado por los problemas de pésima distribución de las riquezas, auge enorme del comercio de las drogas, propensión al delito de cuello blanco, casi ausencia de verdaderos valores, pérdida creciente de confianza en el liderazgo político, entre otros.

UN APUNTE

Homicidios primer semestre

Un informe de la Procuraduría General de la República establece que durante los  primeros cinco meses de 2011 se registraron mil 63 homicidios, cifra que refleja el alto índice de criminalidad que afecta al país.

 El informe señala que la  mayoría de las víctimas son hombres de entre 18  y 34 años, que perdieron la vida durante riñas personales,  en centros de diversión y en atracos.

El promedio de homicidios por mes es de 212, y por debajo de esa media se situó marzo, con 194 crímenes, mientras que  en mayo ocurrieron  230  homicidios, para un incremento de 18 casos superiores a  la media, convirtiéndose en  mes más violento en el presente 2011, despues de enereo con 219 y de abril con 212.

El Nacional

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