La masonería y francmasonería
Existe una lista inagotable de grandes maestros del Priorato de Sión entre los siglos XII y XX, incluyendo a personajes como Leonardo da Vinci, Robert Fludd, Robert Boyle, Isaac Newton y Claude Debussy, entre otros nombres asociados, además, con otras sociedades secretas tales como los Rosacruces.
Este recorrido por dichas sociedades secretas demuestra que muchas de las personas más trascendentales tenían estrechos vínculos con los primeros nueve templarios y sus hallazgos encontrados bajo los establos del templo del Rey Salomón, aparte de encontrar la línea de sangre que les unía al Rey David. Junto a las familias Rex Deus de Europa, se hallaron, asimismo, unos manuscritos secretos, que posiblemente fueran llevados hasta Rosslyn por Enrique St. Clair, el primer barón de su estirpe. Es muy posible que encontraran otras reliquias substanciales durante sus excavaciones, incluyendo el Arca de la Alianza y el Santo Grial.
No obstante, los templarios a principios del siglo XIV se dispersaron, debido a su persecución, dejando un vacío imposible de llenar para otras muchas especulaciones. Se piensa que trasladaron sus tesoros a sitios secretos que sólo los iniciados sabrían encontrar. Esta teoría se apoya en gran medida en el libro de investigación de Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, “El enigma sagrado”. Estos investigadores realizaron una serie de afirmaciones empezando por aseverar que su historia comienza con la creación de la orden de los Caballeros Templarios, y que estos fueron su “brazo armado”.
El objetivo principal del Priorato era restaurar la dinastía merovingia, que gobernó el reino de los francos entre 447 y 751, en las monarquías de Europa y en el Reino de Jerusalén. Se especula sobre las últimas metas del Priorato de Sión, donde la renovación monárquica obtuvo la forma de un Imperio Sagrado Europeo cuya meta era trazar un camino hacia un Nuevo Orden Mundial de paz y prosperidad. Para ello se sustituiría la Iglesia católica romana por una religión estatal ecuménica que contaría con el Santo Grial y las reliquias perdidas del antiguo templo de Herodes. Finalmente, se prepararía y coronaria al rey ungido del Gran Israel.
También especulan sobre las últimas metas del Priorato de Sión, donde la restauración monárquica adquiriría la forma de un Imperio Sagrado Europeo cuyo objetivo sería preparar el camino hacia un Nuevo Orden Mundial de paz y prosperidad. Para lo cual, como he mencionado, habría que sustituir la Iglesia católica romana por una religión estatal ecuménica y mesiánica.
El Priorato de Sión, quizás el menos conocido, nos habla de una sociedad que protege uno de los secretos más guardados del cristianismo no ortodoxo: la supervivencia de Jesucristo, de María Magdalena, y otras desconocidas historias. Se podría hablar mucho más considerablemente sobre el tema que nos concierne, como es lógico. Sin embargo, al ser ya este el cuarto episodio que he escrito sobre el tema, para no cansar al lector, de momento lo voy a dar por concluido. Lo que no implica que más adelante realice más investigaciones que, si considero relevantes, plasme en esta mía columna semanal.