Movimiento interiorista (2)
Frank Rosario se referirá, como varios de los 48 autores incluidos, al tránsito de la Poética Interior por los trillos de la mística, la metafísica y la mitopoética, pero dirá algo más, él habla de encontrar el tono poético propio, tanto para el movimiento como para sus miembros como entes individuales.
Entre los autores de este libro hay algunos que no son adeptos del interiorismo, tales como el poeta Enriquillo Sánchez, ido a destiempo, y los académicos Manuel Núñez, León David, Manuel Matos Moquete y José Rafael Lantigua, así como algunos periodistas que han entrevistado al doctor Rosario Candelier sobre este acontecimiento de la poética nacional.
Todos ellos han examinado con mirada estimulante la búsqueda de renovación que ha introducido en la poseía dominicana el movimiento interiorista.
Ahora, los veteranos interioristas cuyas exposiciones aparecen en este libro, presentan una asombrosa unidad de criterios en los puntos clave que definen la escuela literaria creada por Rosario Candelier. Más de uno se detiene a explicar las tres M en que se fundamenta la filosofía interiorista, y aclaran que más que formas de hacer poesía son actitudes frente a la vida:
Metafísica, relación del ser y la nada. Se busca la razón última del hombre y las cosas. Mística, como la metafísica se plantea la trascendencia. No se busca solución a problemas humanos. La poética interiorista plantea una mística a-religiosa. Me conduce a recordar el postulado N del postumismo: “Mucha elevación psíquica sin llegar al misticismo”.
La vivencia mitopoética es definida como la recreación del mito en la poesía. En esta vivencia es, según me parece, donde mejor pueden encontrar acomodo los narradores interioristas, pues se ve de lejos la preeminencia de la poesía en el hogar interiorista. En ningún lugar como allí habita más plácidamente el quehacer poético.
Cuando escriben sobre la poética, interior Carmen Pérez Valerio, Ramón Antonio Jiménez, Iki Tejada, Tulio Cordero, Fausto Leonardo Henríquez, Sélvido Candelaria, Teodoro Rubio, Rafael Hernández, Pura Emeterio, Miguel Solano o Guillermo Pérez Castillo, el lector experimenta la grata experiencia de vivir un viaje a la profundidad, entiende el imperativo de la poética interior y asume la defensa de este ideal con la vehemencia de Leonardo.
Guillermo Pérez Castillo emite consideraciones de muy alta abstracción respecto del creador interiorista, a quien considera un revelador del más allá. “Y ese más allá de las cosas físicamente perceptibles –dice- donde se anida la comprensión de lo absoluto, donde habita el yo denso y profundo y donde fulguran las interrogantes de la materia, constituye el núcleo del Realismo trascedente esbozado en la estética pautada por Bruno Rosario Candelier en el interiorismo” (pág.152).