El tren mágico
Oh! que pena, los autobuses no funcionan- dijo Julia. – Tranquila, podemos ir con el tren mágico- dijo Marc.
-Siiiiiii, me encanta el ten mágico- dijo la pequeña Nina.
Bueno, Marc, Julia y Nina son tres hermanos que viven en Transportciti, Julia es la mayor, tiene 10 años, Marc tiene 8 y Nina 3.
– Las entradas cuestan diez pesos. – dijo Julia.
Entraron al tren y vieron un súper pasillo de 30 metros. Se sentaron en unos asientos y vino un señor con una guitarra y cantó:
– Oh!, tren mágico, cuanto te adoro…
La gente empezó a cantar y el tren arrancó.
– Primera parada, La selva – dijo el tren.
Ellos miraron por la ventana y vieron a un León abriendo la boca, ¡la primera parada era una selva de verdad! Tarzán pasó rápido por las lianas y se asomó por la ventana del tren y le dio a Julia un colgante con un diente de leopardo.
– Ten, parte mía, diente leopardo peludo, yo cazar leopardo peludo- dijo Tarzán a Julia.
Ellos bajaron en la estación de La selva.
– Mirad, un cachorrito de León – dijo Julia.
Pero ella no sabía que la mamá del cachorro de león les estaba vigilando y se los podía comer enteros con patatas fritas y ensalada de remolacha.
Marc se dio cuenta.
-Cuidado que se nos tira encimaaaaaaaaaaaa- dijo Marc corriendo hacia el tren.
Los demás Julia y Nina también corrieron hacia el tren.
-Próxima parada, El bosque encantado- dijo el tren.
Ellos miraron por la ventana y vieron unos árboles cantando y bailando con unas hadas que también bailaban.
Bajaron del tren y también se pusieron a bailar. Julia con Nina y Marc con un hada que juntos bailaron el vals y después subieron al tren.
El hada le dio un pañuelo a Marc que ponía:
Marc se sonrojó un montón, ¡el hada se enamoró de él!
– Próxima parada, La luna – dijo el tren mágico.
– Por favor, poneos los trajes espaciales que saldrán apretando el botón del dibujo de la máscara, gracias- repitió el tren.
– Yo el rozza – dijo Nina.
– Yo el azul- dijo Marc poniéndose el traje.
– Yo el verde- dijo Julia con el traje puesto.
Llegaron y miraron por la ventana, había marcianos de la Luna que se pueden decir lunáticos.
Uno les saludó, Marc y Julia bajaron del tren, Nina tenía miedo.
-¡Wow, no hay gravedad! dijo Julia.
– A ver si sabes hacer esto- dijo Marc dando una voltereta en el aire.
– Hay que volver al tren, no quieres perderte la próxima parada ¿no?
– Claro que no.
Subieron al tren y el tren dijo:
-Próxima parada, El Fondo del mar, por favor, apretad el botón del dibujo de la mascara, os saldrá un traje de buceo, gracias.
Ellos se lo pusieron.
-Inmersión – dijo el tren.
Miraron por la ventana y vieron unos peces de colores preciosos.
-Eso es un pez espada, eso un salmón, eso un pez payaso, eso un pez globo, eso es una gamba,eso un pez volador. – dijo Marc.
-Wow, no sabia que supieras tanto, ¡eres un crac!- dijo Julia a Marc.
– Es que los he estudiado.

