“El juego no se acaba hasta que termina”, o “Esto no se acaba hasta que se acaba” como diría el gran Yogi Berra, un icono del béisbol.
“La fe es lo último que se pierde”, reza una frase de la sabiduría popular de la cual Edwin Espinal y sus compañeros del equipo de República Dominicana (Águilas Cibaeñas) hicieron acopio para mantener vivas las esperanzas de triunfo ante Cuba. Al final, el resultado les dio la razón.
Los dominicanos rebotaron de un déficit de 0-3 para llevarse una victoria de 7-4 esta madrugada y avanzar a la final de la Serie del Caribe, que disputarán esta noche con Puerto Rico.
“Nunca nos dimos por vencidos”, exclamó el inicialista dominicano Espinal, entrevistado desde su hotel pasada las dos de la madrugada, vía telefónica.
“Nos mantuvimos optimistas todo el tiempo”, agregó Espinal, quien bateó sencillo impulsador de dos carreras en la séptima entrada, para quebrar un empate a tres.
“Estamos muy felices. Agradezco a Dios por darme la posibilidad de decidir el juego para mi país”.
Eliminando con tres ponches consecutivos una amenaza de bases llenas sin out en el primer episodio, Lázaro Blanco logró infundir temor a la escuadra dominicana.
Su dominio (permitió 5 hits, ponchó 5 y dio 3 boletos) se mantuvo hasta la sexta entrada cuando Ronny Rodríguez le conectó jonrón con un compañero abordo, después de dos outs, poniendo la pizarra 2-3, y decretando su salida del montículo.
“Estábamos esperando que saliera Blanco para atacar a los relevistas”, narró Edwin, en referencia al abridor cubano.
“Estaba dominando, mezclando muy bien sus lanzamientos”.
Después de Blanco, había anunciado Carlos Martí, dirigente cubano, todos los relevistas estarían disponibles y así fue.
Solo que ni Lahera, Martínez, Alain Sánchez ni Yera pudieron contener la desenfrenada ofensiva dominicana en un partido de vida o muerte.
“Quería poner la bola en juego y lo logré”, dijo Espinal sobre el batazo que puso delante a su equipo en el séptimo.
Gustavo Núñez y Junior Lake se encargaron de dar al combinado quisqueyano otras dos carreras de reguardo.
Los cubanos, que hicieron saltar del box al abridor Yuniesky Maya en el segundo inning, conectaron 10 imparables que junto a cuatro pífias de los dominicanos le valieron para sus cuatro anotaciones.
Josh Judy (2) se acreditó el salvamento por los dominicanos que tuvieron a Ulises Joaquín, Carlos Pimentel, Ranfi Casimiro, Ramón Ramírez y Wilfin Obispo en labor de relevo.
“Esperamos llevar la corona a República Dominiana”, dijo Espinal.
“Estoy muy contento como todos los dominicanos que están madrugando para ver los juegos”, agregó.