Por los alarmantes gastos documentados por Acción Empresarial por la Educación en el Ministerio de Educación durante la gestión de Carlos Amarante Baret, la consigna parece que era “a lo que no nos cuesta, hagámosle fiesta”.
El derroche que revela el informe “Calidad del gasto educativo en República Dominicana” es tan colosal que amplios sectores han quedado estupefactos. Solo en celulares de alta gama en 2013 se invirtieron 4.3 millones de pesos en la adquisición de 100 aparatos para distribuirlos entre los directores distritales.
Pero durante ese mismo periodo se nombraron más de 34 mil personas, en su mayoría para servicios administrativos. Y como si fuera poco en 2014 solo en asesorías invirtió más de 14 millones de pesos, 13 más que en 2013.
Como se sospecha que los gastos tuvieron su ingrediente electoralista, la auditoría de personal que se ha iniciado debe determinar si hay méritos legales para proceder judicialmente contra los responsables del censurable derroche.
