La caída en los precios del petróleo no se reflejará en la tarifa eléctrica, que tanto incide en el costo de la vida. Cualquier ilusión no ha tardado en esfumarse. Los consumidores, según el superintendente de Electricidad, Eduardo Quincoces, tendrán que conformarse con las reducciones que se han efectuado en los carburantes y con la economía de unos 600 millones de dólares de que ha dado cuenta el gobernador del Banco Central.

Esto así, porque el Gobierno, de acuerdo con Quincoces, aprovechará la caída del petróleo para reducir el subsidio al sector eléctrico.

El funcionario tiene su justificación. “Desde hace tres años”, expresó, “la tarifa eléctrica está subsidiada y los precios fijados se mantienen por debajo de la indexada”.

El superintendente insiste en que ya el Gobierno ha asumido un sacrificio al disponer de 13 mil millones de pesos para evitar alza en la tarifa. Hay quienes sostienen, sin embargo, que ese sacrificio solo puede justificarse por el clientelismo político y la ineficiencia en el servicio.