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27 de febrero 1844

27 de febrero 1844

Oquendo Medina

Por: Oquendo Medina

oquendomedina@hotmail.com

Cuando Juan Pablo Duarte cumplió 31 años de edad residía en Curazao. Y un mes después, el 27 de febrero de 1844, se produjo el «trabucazo» y la toma de la Puerta del Conde bajo los gritos de «Separación, Dios, Patria y Libertad», proclamándose así la Independencia Nacional.

Entonces la recién formada Junta Central Gubernativa, el 3 de marzo, autorizó para que rápido se fuese a Curazao a los fines de traer sanos y salvos a Duarte y sus compañeros en la goleta Eleonora. Llegaron al país el 15 de marzo.

Se escucharon salva de cañonazos como muestra de respeto y gratitud.

El pueblo lo aclamó con vivas y aplausos; y don Tomás de Portes e Infante, arzobispo de Santo Domingo, a viva voz expresó: «Salve, Padre de la Patria».

Luego Duarte pasó al Palacio de Gobierno y, sin pérdida de tiempo, fue nombrado General de Brigada y miembro de la Junta Central Gubernativa.

Ahora bien, llama poderosamente la atención de que si bien es verdad que se le dio a Duarte un asiento en la Junta; no menos es cierto que no se le juramentó como presidente. Cosa esta que dejaba al descubierto las reales intenciones del sector dominante (conservador y afrancesado) de la Junta en ese momento.

Realmente, Duarte había vuelto a su patria ignorando que tenía cercano a él dos enemigos peligrosos y ambiciosos.

Uno era don Tomás Bobadilla, presidente de la Junta, hombre de acción conservadora, quien supo aprovechar la ausencia involuntaria de Duarte para influir sobre los demás; y el otro era Pedro Santana, jefe militar temido y respetado en ese momento, quien además estaba aliado a Bobadilla.

Así las cosas, muy pronto Duarte se daría cuenta de que las ideas reaccionarias y anexionistas habían triunfado.

El Nacional

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