Una auditoría realizada por Salud Pública a los expedientes de 116 personas fallecidas por causa probable de dengue, reveló que han sido 78 los decesos ocurridos por esa enfermedad, y que el 95% de esos pacientes no recibió manejo adecuado en centros públicos y privados.
No resulta fácil asimilar el dato de que la mayoría de los casos de muerte por dengue se relacionan no directamente con el virus, sino por la falta de atención eficiente por parte del personal médico en clínicas y hospitales. Es inconcebible.
El presidente del Colegio Médico admite que República Dominicana ha aportado el 80% de los fallecimientos por dengue en Latinoamérica, lo que define como “brutal, grave y triste”, aunque rechazó que tan alta mortandad esté relacionada con negligencia de los galenos.
Se admite que no es hora de buscar culpables, pero la sociedad requiere saber si el personal médico no ha cumplido, como revela ese informe, con el protocolo requerido para determinar si un paciente ingresado con fiebre alta, dolor abdominal, vómitos, sangrado por la piel o mucosa, tiene contagio de dengue.
Las autoridades de Salud han señalado las causas probables de tan elevada tasa de mortandad, por lo que corresponde al Colegio Médico explicar fehacientemente cuál ha sido el rol de los galenos al recibir o abordar cada caso en centros asistenciales públicos y privados.
Ninguno de los actores o intervinientes en este trágico cuadro epidémico debe evadir responsabilidades, ni pretender que la culpa recaiga absolutamente sobre el otro, porque aún se requiere atender a más de once mil pacientes con síntomas de la enfermedad.
De lo que se habla en la auditoría realizada por Salud Pública, con la participación de la Oficina Panamericana de la Salud, es que se identificaron errores de diagnóstico, manejo inapropiado de líquidos y fallas en los seguimientos de signos vitales en los pacientes hospitalizados, lo que se define como negligencia crasa.
Lo que ha ocurrido no es un juego de niños, ha sido una tragedia que envuelve la muerte de 78 personas, que las autoridades de Salud Publica atribuyen en su mayor parte a manejo inadecuado por parte del personal médico en hospitales y clínicas privadas. ¿Quién es el culpable?