En su comparecencia pública para referirse a los tres meses que ha cumplido su gobierno, el presidente Luis Abinader estrenó una novedosa forma de comunicación basada en preguntas de intervinientes previamente seleccionados sobre las cuales el mandatario se refirió a los logros y proyectos encaminados durante los 90 días de gestión.
Fue esa una producción bien elaborada que contó con videos y gráficas montadas sobre los informes, relatos, estadísticas u opiniones vertidas por los disertantes que sentados sobre el centro de la platea, se ponían de pie constantemente para responder las inquietudes de ciudadanos que parecían representar a distintos sectores de la sociedad.
El Presidente se mantuvo atento a los “tiros de cámaras”, con gestos y movimientos alineados con el contenido de cada una de sus intervenciones, con lo que demostró que tiene conocimiento o ha sido bien entrenado en lo relacionado con este tipo de producción para la televisión, incluida la coordinación gestual con el tono o énfasis de voz.
La prensa tomó nota de todo lo expuesto en esa comparecencia del presidente Abinader, que obviamente fue motivo al otro día de comentarios, debates y controversias, pero no fueron muchos los que pudieron apreciar que el jefe de Estado se mostró como un veterano ante la exigente producción de televisión con la que tuvo que lidiar.

