Bajo el clamor de cientos de seguidores, el economista Luis Abinader inscribió su precandidatura a la presidencia por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), el lunes 8, momento que aprovechó para proclamar que el cambio inicia para lograr un país seguro, justo, democrático, solidario y lleno de oportunidades para todos.
Acompañado de su estado mayor político, familiares, amigos, dirigentes medios del PRM y de los movimientos externos, fue recibido con entusiasmo por la muchedumbre desbordante que clamaban el cambio va con Abinader.
En su alocución a los presentes señaló: “Igual que mi padre, vine a la política aportar, a contribuir con pasión en busca de soluciones que beneficien al pueblo dominicano. Yo no vengo a buscar en mi beneficio y el de mi familia, no solo porque no lo necesitamos sino también por los principios éticos enraizados en mi familia”.
Estas palabras, compromisarias con una conducta ética, definen el accionar de Abinader con una administración eficiente, honesta y efectiva, la cual se logra a partir de colocar el interés general como motor de la acción gubernamental.
Luis Abinader, se comprometió ante la ciudadanía al combate frontal contra la corrupción, la consolidación de un gobierno moderno, transparente, abierto e íntegro; que impulsará el bienestar social en el marco de la legalidad y fundado en una sólida ética pública.
Las palabras pronunciadas por el precandidato presidencial, que se define como el cambio, están refrendadas por una práctica inveterada de un hombre formado en la fragua de una familia que ha dejado como impronta el trabajo honesto y productivo.
