La Revolución de Abril, de la que hoy se cumplen 50 años, ha signado a la historia contemporánea con imborrable sangre como la gesta que reafirmó la determinación del pueblo dominicano de no permitir jamás la ignominia de ser gobernado por un régimen de facto, corrupto y represivo.

El 24 de abril de 1965, un grupo de oficiales y soldados con el concurso de dirigentes políticos derrocó al gobierno ilegítimo del Triunvirato, que había surgido como consecuencia del golpe de Estado contra el gobierno democrático del profesor Juan Bosch, en 1963.

Otro sector militar se opuso a la consigna de retorno a la constitucionalidad sin elecciones, lo que desató una conflagración cívico militar que causó centenares de muertos y heridos, especialmente en enfrentamiento en los alrededores del puente Duarte y en la zona norte de la capital.

Cuatro días después, cuando las fuerzas constitucionalistas se encaminaban a la victoria, se produjo la segunda intervención militar de Estados Unidos, que convirtió la contienda en guerra patria y de nuevo se puso en relieve el patriotismo, valor y determinación de un pueblo resuelto a defender con propia vida la soberanía nacional.

La Guerra de Abril obró como consecuencia de la afrenta que constituyó el golpe de Estado contra la naciente democracia sembrada con el voto popular después de 31 años de una dictadura sin ejemplo ni parangón.

Transcurrido medio siglo de la Gesta de Abril, esa epopeya se mantiene como advertencia de lo que ocurriría ante cualquier despropósito contra un espacio democrático que ha sido abonado con la sangre generosa de más de una generación.

En tributo a los héroes y mártires de abril, el liderazgo político y social está compelido a abrazar su ideario, que no es otro que el de construir una patria libre e independiente en la que imperen la institucionalidad, equidad y justicia.

Una patria agradecida rinde homenaje hoy a los soldados y combatientes civiles de la democracia, que ante la represión y la intolerancia, empuñaron las armas para retornar la libertad y la dignidad a su pueblo. Loor a Francis Caamaño, Montes Arache, Fernández Domínguez, Lora Fernández y demás héroes y mártires de Abril.