El arreglo con distintas fuerzas políticas a que llegó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para preservar el cargo, refleja la fortaleza del sistema parlamentario.

Tras quedar en segundo lugar en las elecciones del 23 de julio, con 121 escaños, Sánchez ha negociado con otros partidos el apoyo a su nominación.

Como el sentimentalismo tiene poco espacio en la lucha por el poder, Sánchez ha tenido que pactar una amnistía a los independentistas de Cataluña acusados de insubordinación y otros cargos, además de efectuar otras concesiones.

Puedes leer: Auspicioso

Con los acuerdos, que no violan la Constitución, el líder del PSOE alcanza la mayoría de 176 votos necesarios para formar Gobierno.

El Partido Popular, que llegó en primer lugar con 137 votos, no consiguió los apoyos requeridos para formar mayoría, y, por tanto, Gobierno. Los sistemas se rigen por sus normas.