Opinión

ALGO MÁS QUE SALUD

ALGO MÁS QUE SALUD

“Dos historias”

 

 

Para los que puedan haberlo olvidado, mañana es septiembre 11, y como siempre que trato el tema, a partir del 2001, aclaro que lamentablemente no he de referirme al cuadragésimo noveno aniversario de este vespertino, que es faro de luz y libertad de expresión, tampoco al 52 aniversario de la fundación del exitoso Club Mauricio Báez, para nada opinar de aquel nefasto día, 42 años atrás, en que unas aves de rapiña, aupadas por águilas de plumaje multicolor y estrellas incrustadas, dieron al traste con el hermoso proceso democrático que intentara Salvador Allende en Chile; ni siquiera he de escribir sobre la hermosura de mi sobrina Issvel Alfonsina que cumplía 10 años el mismo día en que dos aviones de pasajeros impactaron las Torres Gemelas de New York.

Dos aviones más fueron secuestrados ese día por presuntos terroristas: uno fue volado en el aire en un campo de Pensilvania, especulándose que su destino era el Capitolio, y el otro terminaría impactando un lado del Pentágono. Esos hechos son de los más investigados de la historia, de los que más se ha escrito y especulado, pero sobre los que más dudas se han tejido.

Siempre he creído que las principales autoridades estadounidenses no estaban al margen de esos hechos, probablemente los conocían y los dejaron caminar, para convertirse en víctimas y desatar la cacería que posteriormente hicieron, ligada a objetivos económicos. Insisto en afirmar que el mundo no ha sido el mismo, desde entonces. Andamos más asustados y pudimos apreciar hasta donde pueden llegar los halcones de Washington con tal de mantenerse como potencia hegemónica, y en ese tenor: cuánta actualidad tiene el libro de don Juan: “Pentagonismo sustituto del Imperialismo”.

La otra historia toca también a mi maestro, el profesor Juan Bosch, pues es sobre la alianza de los dos partidos mayoritarios del país, fundados por él, pero que en términos de principios ya no tienen nada coincidente con sus ideas. Saludar su reencuentro, 42 años después, es más digno de una Orasanta que de una celebración, y no vale la pena dedicarle más espacio en “algo más que salud”.

El Nacional

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