En los inicios de los 90, llevaba mis artículos de esta columna en diskette y debía pasar por medio de la redacción y el hoy subdirector de “El Nacional” José Antonio Torres, entonces redactor, me señaló y vociferó, para que todos lo oyesen, “¡Cuidado, que éste es maricón!”, fue a tono de relajo, como se acostumbraba en esa atestada sala de redacción, a propósito de que en el artículo anterior había escrito, como máxima prueba de mi admiración por Marlon Brando, Fidel Castro y Joan Manuel Serrat, que ellos eran los únicos hombres por los que me hubiera convertido en homosexual.

No sucedió, ninguno de los tres me hizo caso, no creo que yo lo hubiese aceptado tampoco. Aunque no soy homofóbico al parecer no es mi naturaleza.

Marlon Brando el mejor actor de todos los tiempos murió el 1ro. de Julio de 2004 y Fidel, la figura más trascendental del siglo XX falleció el 25 de Noviembre de 2016. Serrat, quien acaba de cumplir, el 27 de diciembre, 79 años ha anunciado su despedida de los escenarios en una gira, y yo estaré ahí, el 4 de mayo en el Teatro Nacional, orgulloso de haberlo tenido como modelo, por su bella existencia como artista y persona.

He estado en todos los conciertos que ha presentado en el país, desde que lo vi en el liceo Nuestra Señora de las Mercedes en 1972, excepto cuando vino con Sabina en 2013, pues me hallaba de viaje, pero aún así me hice representar por mi entonces pareja y mis dos hijas.

Conozco casi sus 400 canciones, he leído dos de sus biografías autorizadas y respaldo sus posturas sociales y políticas.

“Soy sinceramente tuyo” es una de mis preferidas y cuenta con esta hermosa estrofa que es “algo más que salud”: “Cuéntale a tu corazón/ que existe siempre una razón/ escondida en cada gesto/ del derecho y del revés/ uno siempre es lo que es/ y anda siempre con lo puesto/ nunca es triste la verdad/ lo que no tiene es remedio”.