SAN JUAN, Puerto Rico. (Frances Rosario, El Nuevo Día). Ninguno de los políticos de Bayamón que a mediados de los 90 solicitaron al entonces gobernador Pedro Rosselló que indultara al convicto José David Figueroa Agosto, se preocuparon por conocer los serios delitos que se le imputaban, dijeron ayer los implicados.
El representante Antonio Silva, el ex alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, padre; su hijo, el actual incumbente Ramón Luis Rivera Cruz; y el ex representante Carlos López Nieves, dijeron que abogaron por el convicto conocido como Junior Cápsula porque conocían y apreciaban a su padre.
Además, abogaron por Figueroa Agosto el ex alcalde de Toa Baja y ex convicto federal Ángel Buzo Rodríguez y el ex representante Manuel Marrero Hueca. Todos enviaron cartas a Rosselló abogando por Figueroa Agosto y le dirigían pomposos elogios a éste, no a su padre.
Silva, quien no sólo intercedió por Figueroa Agosto, sino que también lo visitó varias veces en la cárcel, dijo que sí intentó corroborar si era cierto que Figueroa Agosto era inocente del crimen. Pero alegó que desconocía de los vínculos de éste con el narcotráfico.
En 1995, Figueroa Agosto fue sentenciado a 209 años de cárcel por el secuestro y asesinato de Edgardo Martínez, alias Nandy El Gruero, a quien acusaba de haberse robado un cargamento de cocaína perteneciente a un cartel colombiano.
Rosselló no atendió la solicitud y Figueroa Agosto se escapó en el 1999 del Oso Blanco, presentando una orden de excarcelación falsa. Durante la última década, ha vivido en República Dominicana, donde, según las autoridades, armó un imperio de importación de cocaína desde Colombia, Venezuela y México hacia República Dominicana, Estados Unidos y Puerto Rico.
Las autoridades lo consideran el principal narcotraficante de la zona. Estiman su fortuna ilegal en $80 millones. Las autoridades federales creen que en este momento está en Puerto Rico.
El padre de Figueroa Agosto, del mismo nombre, tiene un taller de hojalatería en Bayamón y es un activista del Partido Nuevo Progresista (PNP) en esa ciudad. Por su vínculo en el PNP logró que los más influyentes políticos de la zona intercedieran por su hijo.
Confesiones de los políticos
Mi papá me dijo que fuera donde Cuqui (el padre de Figueroa Agosto), que su hijo estaba injustamente en la cárcel… Hice esa carta como la hizo Ramón Luis (Rivera), padre. Pero con el conocimiento que tengo de él hoy, no toco el caso ni hago ninguna carta, afirmó Silva.
Sí, yo escribí una carta. Yo no tengo por qué esconder esa realidad. Lo hicimos no porque conociéramos a este joven, sino porque conocíamos a su papá, una persona muy buena, muy sensible, reconoció, por su parte, López Nieves, quien también fue Procurador del Ciudadano, en su programa radial de ayer en la estación NotiUno.
Somos humanos, podemos errar. Creemos que lo hacemos con la mejor buena fe, para ayudar a los demás, añadió López.
Otro de los que coincidió en que si hubiese conocido el historial criminal del capo no recomendaba tal indulto fue el ex alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, padre. Dijo, además, que para su época era rutinario hacer peticiones a favor de personas que no conocía.
Mientras, su hijo, el alcalde Rivera Cruz, que en el momento en que escribió la carta era senador, dijo: Como funcionario público, en muchas ocasiones recibimos la visita de ciudadanos que solicitan nuestra gestión para ayudar en diferentes causas. Es posible que éste haya sido uno de esos casos en el que atendimos la petición, ante el reclamo insistente de los familiares.
Este tipo de gestión, que se hace de manera rutinaria, en nada implica que el indulto es automático para el confinado, agregó Rivera Cruz.
El licenciado Miguel Pereira, un ex secretario de Corrección, ex superintendente de la Policía y ex fiscal federal, dijo que no tiene nada de rutinario que políticos aboguen por la liberación de un convicto por asesinato.
Dijo que las peticiones de indulto sobre las que tuvo noticia mientras dirigió las cárceles del país eran a favor de personas que habían cometido homicidios involuntarios. Además, recuerda el caso de una persona que había matado a alguien conduciendo en estado de embriaguez.
Pero de ahí a un indulto por asesinato, no, señaló. Los políticos siempre tratan de ayudar a su gente, pero tanto como un indulto no. Uno recibe peticiones de que ‘mira, si puedes ponerlo más cerca de la familia’, como transferirlos a Ponce o a Bayamón. En verdad que ésa es una gestión inmediata y administrativa, y uno siempre trata de complacer a la familia, sostuvo Pereira.
Un perseguido peligroso
Junior Cápsula, como se le conoce en Puerto Rico, es perseguido en el país por los organismos de inteligencia, además de la Policía y la DNCD, pero ha logrado escapar de varios operativos. En llamadas a una emisora de radio ha amenazado a los jefes de la persecución.