Al transitar por la autopista 6 de Noviembre, que conecta la capital con San Cristóbal y todo el sur del país, el paisaje es desolador por la cantidad de casuchas levantadas a ambos lados de la vía, las que además de afear el paisaje provocan serios daños a la flora y fauna del lugar.
Cada vez que en el país se construye una autovía, dos o tres años después la gente comienza a construir en el área de amortiguamiento, en franca violación a las legislaciones que regulan estos espacios, y ante la complicidad de autoridades gubernamentales.
Sin embargo, la Seis de Noviembre es la autopista que muestra los niveles más acentuados de la arrabalización.
Decenas de casuchas han sido y siguen siendo levantadas por presuntos invasores en los extremos ubicados a orillas del inicio de la Autopista 6 de Noviembre, en el tramo comprendido entre la avenida Prolongación 27 de Febrero y la comunidad de Engombe en exactamente en el barrio el Palmar de Herrera.
En una zona totalmente inhóspita por su nivel topográfico, es decir precipicios, inclinación del terreno y zonas de derrumbe, aparte de estar en el tránsito de una cañada, decenas de familias han construidos viviendas utilizando madera, zinc, hojata y otros materiales, sin que ninguna autoridad se haya dado por enterado.
No es extraños que estas situaciones de ocupación de tierras ocurran en el país, en áreas protegidas, terrenos públicos y privados, y que luego haya que buscar una solución a un problema creado de manera delibera y con toda la intensión de sacar un beneficio económico de parte de bandas organizadas.
En el peor de los casos, al estos lugares estar ubicados en áreas marginales después de años de poblados, y gracias a la indiferencia de las autoridades se convertirán en una problema social, ya que demandaran servicios básicos y asistencia cuando hayan desastres naturales.
Todos esos planes de viviendas público privado, están condicionado al beneficio ganar, sólo ganar de los bancos u otros inversionistas privados.
Se debe tener una edad adecuada, un empleo bueno, un alto salario y un historial y aval impecable para poder ser beneficiado con un préstamo para vivienda.
El déficit habitacional comprende el conjunto de necesidades de viviendas que afecta la población, y que va más allá de contar con una casa, sino también con la calidad de vida y el acceso que tenga las familias a los servicios básicos.
Por: Jorge González
jgo.jorgegonzalez@gmail.com
