Que la cantante hondureña Cesia Sáenz haya ganado el concurso de canto La Academia, organizado por la Televisión Azteca el pasado fin de semana, quizás nada le diga a nuestra gente.
Pero el que lo haya logrado con la interpretación magistral que hizo de la canción “Por Amor” de Rafael Solano, sí que es algo grandioso, que debemos todos resaltar.
“Por Amor”, que en el 1968 llevó a ganar a Niní Caffaro el primer lugar del Primer Festival de la Canción Dominicana, 54 años después le sirve a una cantante hondureña para alcanzar el primer lugar en un festival internacional de gran importancia.
Acontece justo en una época en que los valores de la canción popular se han degradado en extremo ante la incontenible avalancha del llamado género urbano, el cargado con una lírica despreciable, tóxica, impúdica, que se erige de manera ofensiva contra los valores morales y sociales establecidos.
Es una señal ejemplarizadora de que el arte popular con calidad permanece y se cimenta en el tiempo, convirtiéndose en clásicos.
“Por Amor” es quizás la canción dominicana más versionada, pues aparte de la original de Niní Caffaro, ha sido grabada por Marco Antonio Muñiz, Vikki Carr, Plácido Domingo, Danny Rivera, Roberto Ledesma, Tito Rodríguez, Gloria Estefan, John Secada, y llevada a varios idiomas.
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Hoy día hay gente que se dedica a generar sonidos onomatopéyicos en una computadora, para producir un patrón rítmico para el dembow, el rap, que se hacen llamar “compositores”, y tienen el tupé de pretender que hasta los los premien .
Son los que dicen que lo vulgar y dicharachero es “lo que vende”, porque es lo que la gente quiere y consume.
Lo penoso es que en esa corriente nadan importantes medios de comunicación, como la radio y la televisión, promoviendo antivalores, alimentando una vasta legión de zombies y personajes de ‘The Walking Dead.
Por: Joseph Caceres
