Editorial

Asela Morel

Asela Morel

Presentes y futuras generaciones  están compelidas a conocer y emular la vida y obra de Asela Morel Pérez, heroína y humanista, cuyo fallecimiento el jueves, a los 95 años, enlutece a toda la República a la que sirvió con valor,  arrojo, entereza, humildad, conciencia y pasión.

Combatiente visceral contra la tiranía de Trujillo, Asela sufrió encierro, tortura, persecución y acoso, sin jamás doblegarse en sus firmes convicciones  democráticas, ni aun cuando el propio sátrapa llegó a advertirle que si continuaba su lucha contra el régimen “yo mismo le partiré el cocote, sin importarme que sea mujer”.

Desde antes de consagrarse como una de las más reputadas ginecólogas del país, se integró al Movimiento 14 de Junio y formó parte junto a las hermanas  Patria,  Minerva, y María Teresa Mirabal, Tomasina Cabral y Dulce Tejada del grupo de jóvenes mujeres anti trujillistas conocidas como Las Mariposas, que  desafiaron al fuego de la tiranía.

En vez de  debilitarse, su carácter y convicción se fortalecieron  en las ergástulas de Trujillo, donde  fue sometida a  maltratos y humillaciones y por su celda los esbirros pasearon desnudos, con  sus cuerpos lacerados por la tortura   a sus compañeros de lucha Pipe Faxas y Rafael Francisco Bonelly, quien también era su primo.

Conocida como “la médica valiente”, la doctora Morel Pérez ejerció la medicina con  los más elevados sentimientos humanistas, hasta  su retiro cuando cumplió 89 años. Fue tan acendrada su vocación de servicio que como gineco-obstetra realizó los partos de las esposas de sus propios verdugos.

La juventud de hoy debería saber  que  la heroína Asela Morel Pérez, siendo una joven de clase media, que tuvo la suerte de graduarse de médico y de realizar  una especialidad en Nueva York, prefirió  el sacrificio personal en aras de contribuir  con la decapitación de una tiranía sin par, sin  jamás pasar factura a la sociedad por sus méritos y aportes.

Esta extraordinaria patriota vivió  sin aspavientos ni rencores, ni aun contra quienes  la encerraron en  celdas inmundas, que intentaron después asesinarla moralmente  en  el mentado Foro Público de El Caribe o que la persiguieron hasta el último respiro del monstruo tiránico. Asela, mujer con  espíritu de acero y sentimiento de mariposa.

Al participar de la congoja nacional por el fallecimiento de Asela Morel Pérez, El Nacional extiende votos de condolencia a sus  familiares y formula votos para que  el recuerdo de la excelsa luchadora antitrujillista y humanista perdure por siempre en el corazón de una patria  agradecida.

El Nacional

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