Desde que escribo para este espacio siempre he tenido la pequeña tradición de expresar mis preferencias en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos; la actual sería la 4ta vez que lo hago, y esta es la primera vez que me inclino en favor de un pre-candidato demócrata con el ex-vicepresidente Joe Biden.
Ideológicamente hay mucho que me separa de las ideas de Biden, desde el punto de vista fiscal, económico y regulatorio tenemos poco o nada en común, y desde la perspectiva social siento que Biden no va lo suficientemente más allá como otros pre-candidatos de su partido sí lo han hecho. Y, sin embargo, Biden representa por mucho la mejor opción para atender la más urgente necesidad de no sólo su país sino del mundo, la normalización de Estados Unidos.
No creo que Estados Unidos pueda recuperarse en el escenario global con 4 años más de la rama del populismo de Trump. Y no creo que sirva de mucho cambiar el populismo de Trump por el populismo de Sanders, dos caras de una misma moneda que sólo ha servido para alimentar las divisiones internas de su país y de paso socavar los enormes avances de occidente desde la 2da Guerra Mundial hasta enero del 2017.
Biden desde sus tiempos en el Senado de los Estados Unidos y como Vicepresidente bajo los mandatos de Obama ha fungido como una figura unificadora. Más aún él fue una figura prominente en las relaciones exteriores de los Estados Unidos y ha mostrado la credibilidad y el carácter necesario al resto del liderazgo mundial como para poder remediar los múltiples errores de la administración de Trump y enmendar muchos de los lazos y alianzas afectados en este período.
No puedo estresar más la importancia de las alianzas y el orden que ha prevalecido en occidente desde la 2da Guerra Mundial, ellas son en gran medida la razón por la cual hasta la fecha no estamos contando sobre una 3ra. Y actualmente ese orden se encuentra en alto riesgo de desmoronarse por la corrupta demagogia del populismo rampante que ha infectado a nuestras democracias como un virus.
Y mientras Biden demuestra comprender lo sensible de esa realidad, la otra alternativa, Sanders, continúa sus discursos de sospechas contra el comercio internacional, los acuerdos multilaterales y explotando la sensación de “nosotros contra ellos” para su propio beneficio político.
Estados Unidos necesita volver a la normalidad, y el mundo lo requiere cada vez más con mayor urgencia. Es esta razón, que coloco muy por encima de mis propios deseos ideológicos, por la que no puedo sino mostrar mi fuerte preferencia por Joe Biden para la próxima Presidencia en los Estados Unidos de América.

