Articulistas Opinión

Bosch y la corrupción

Bosch y la corrupción

Hugo Ysalguez

Cuando laboraba como periodista del Listín Diario cubría la fuente política, por lo que tenía contactos frecuentemente con líderes de los partidos políticos, a quienes entrevistaba sobre temas de actualidad o asistía a eventos, como ruedas de prensa, convenciones y mítines, entre otros, lo que me permitió una cercanía que rayaba en la confianza, toda vez que redactaba con objetividad, sin tergiversar el hecho noticioso.

Dentro de esa tarea cotidiana, veía con frecuencia al profesor Juan Bosch, en su apartamento en la calle César Nicolás Penson, donde tenía una pequeña oficina, y allí conversábamos sobre asuntos de interés colectivo que estaban en el tapete, ofreciendome opiniones que siempre don Rafael Herrera, director del periódico, las publicabas en la primera página.

Bosch, un escritor de muchas luces, a quien el humanista y reputado intelectual, Pedro Henríquez Ureña, llamaba Maestro, fue un político íntegro, con arraigada dignidad y decoro, un acervo crítico de la corrupción de los funcionarios públicos, un ardiente defensor de los criterios morales, dejando la vida terrenal con una conducta prístina, sin lunares.

También te podría interesar: Haití y Puerto Rico

Llegamos a tener una relación armoniosa que, siendo un hombre de temperamento complicado, me llamaba a mi casa para darme declaraciones en torno a situaciones que tenían muchos ruidos y que llamaban su atención como líder de un partido político de oposición y deseaba fijar una posición , sin adornos ni condescendencia, robustecida de precisión y claridad.

Y un día después de emitir una censura sobre un acto de corrupción que apareció en los titulares de la época, a finales de la década del ‘70, hablando fuera de récord (no para publicar) , me dijo que este era un pueblo corrupto de arriba abajo, pues los dominicanos eran proclives a conseguir bienes de manera ilícitas y que esa conducta era endémica porque había echado muchas raíces. Y me quedé perplejo con esta afirmación, puesto que existen miles de personas humildes, cuyo legado es la honradez a través del trabajo digno.

Con el tiempo, he podido observar que Bosch no estaba lejos de su concepto.