Cotuí, Sánchez Ramírez. Momentos de tensión se vivieron ayer lunes en las inmediaciones de la plaza Juan Sánchez Ramírez, cuando un grupo de campesinos de comunidades cercanas a la mina de oro de Pueblo Viejo realizaron una vigilia frente al cuartel policial de Cotuí. Los manifestantes exigían la liberación de cuatro comunitarios detenidos, entre ellos una mujer de 78 años de edad.
La situación se originó pasado el mediodía, cuando tropas mixtas del Ejército y la Policía Nacional impidieron que manifestantes ingresaran a una zona donde, según denuncian, la empresa minera Barrick Pueblo Viejo realiza desmontes de áreas boscosas como parte de los trabajos para la construcción de una nueva presa de cola en el distrito municipal de Zambrana.
Padre Nino Ramos lidera protestas pacíficas a favor de los derechos comunitarios y recursos naturales
Los residentes de las comunidades de Arroyo Vuelta, El Naranjo, El Rayo, Las Tres Bocas y El Higo esperaron pacientemente la llegada del sacerdote Padre Nino Ramos, quien fue recibido con aplausos en un local comunal. Desde allí, partieron en caravana de vehículos y motocicletas hacia el cuartel policial de Cotuí, pasadas las cuatro de la tarde.
A su llegada a la plaza Juan Sánchez Ramírez, el sacerdote —quien fue recibido como una figura de liderazgo moral por los presentes— declaró que no abandonarían el lugar hasta que los detenidos fueran liberados sanos y salvos.
La entrada principal del cuartel policial fue acordonada por agentes armados, mientras crecía la tensión en el lugar. Tras varios minutos, el coronel a cargo del departamento policial local inició un diálogo con el Padre Nino, quien, sin recurrir a la violencia, logró mediante conversaciones pacíficas que las cuatro personas fueran liberadas tras haber estado retenidas por varias horas.
Durante su intervención, el sacerdote defendió el derecho de las comunidades a protestar pacíficamente en defensa del río El Naranjo y de los recursos naturales de la zona de Zambrana–Cotuí. También lanzó duras críticas contra el Gobierno y el Ministerio de Medio Ambiente, a quienes acusó de ponerse del lado de la minera Barrick Pueblo Viejo, facilitando la reubicación de comunidades para permitir la construcción de la nueva presa de relaves en terrenos agrícolas.