Opinión Articulistas

“Cargao”de agua ymuerto de sed

“Cargao”de agua ymuerto de sed

Pablo del Rosario

La expresión que intitula estas líneas viene a cuento porque se trata de un “dicho” que yo escuchaba decir frecuentemente, a un querido excompañero de trabajo (Octavio Ernesto Peña), hace ya un buen tiempo.
El significado del precitado “dicho”, puede compararse con la situación que vivimos en nuestro país.

Veamos: contamos con un “Presupuesto General del Estado”, cuyo monto alcanza cifras billonarias. Sin embargo, padecemos escasez, déficit, estrechez, miseria y muchas otras falencias, debido en gran medida, a hechos deleznables y antiéticos que comenten determinados funcionarios públicos.

En ese sentido, es imperativo revisar el accionar de los órganos responsables de fiscalizar y controlar el uso de los fondos públicos y el patrimonio del Estado. Además, exigir que la justicia actúe con presteza y energía para que caiga todo el peso de la ley sobre los culpables.

Es decir, instaurar un régimen de consecuencias eficaz, a fin de que desaparezca la impunidad y la lucha anticorrupción tenga sentido, y que la ciudadanía pueda confiar en las instituciones que sostiene mediante el pago de sus impuestos.

Pienso que para enfrentar lo arriba descrito, el país dispone de recursos humanos con la formación profesional necesaria y la honestidad requerida, que les permitiría desempeñar dignamente, cargos en instituciones que hoy día están a punto de colapsar.

Procede reclutar profesionales capaces y comprometidos con la ética para prevenir la corrupción
Me entero a través de los medios, de las observaciones y propuestas que formulan destacados profesionales de las distintas ramas del saber, y, no me explico por qué esas personas no son designadas en posiciones que les permitan salvarnos del abismo que nos espera. O por lo menos, deben escuchar y aplicar sus recomendaciones.

Si así fuese, la nación recuperaría la fortaleza y vitalidad de sectores esenciales, tales como: Salud, Educación, Seguridad Ciudadana. Agropecuario, Transporte Colectivo, Energía Eléctrica, Seguridad Territorial y muchos otros,

Como se puede observar, estamos viviendo una situación similar a la del burro de Veracruz: “Cargao de agua y muerto de sed”.

Ojalá que las autoridades cambien su actitud, antes de que sea demasiado tarde.