Código del menor
Señor director:
El 19 de septiembre pasado la Cámara de Diputados aprobó las modificaciones sugeridas al Código del Menor, con el objetivo de aumentar las penas a los jóvenes menores de 18 años, que se ven envueltos en conflictos con la ley. La iniciativa fue aprobada a solicitud de distintos sectores, como la única forma de disminuir los crímenes y delitos entre jóvenes y adolecentes, que en los últimos dos años aumentaron en forma alarmante.
Apenas tres semanas después de aprobadas las modificaciones al Código del Menor, la ola de criminalidad sigue en aumento y tan sólo en tres días, tres menores de 16 años, fueron asesinados por otros dos menores de la misma edad y una menor de 14.
Una menor fue ahorcada por su novio de 16 años, un menor de 16 murió de una puñalada que le infirió una menor de 14; y otro menor de 16 fue lanzado de un segundo piso por una compañera de la misma edad en un plantel educativo de Santo Domingo Este. Dos meses atrás, un sargento mayor del Ejército mató a tiros a un hijo de 17, porque alegadamente su hijo intentó asesinarlo con una escopeta.
Y diariamente ocurren atracos, violaciones sexuales y otros hechos criminales como tráfico y venta de drogas, protagonizados por jóvenes que no han cumplido los 18 años de edad. Muchos se preguntan si se tomaron las medidas adecuadas para corregir el problema, por qué continúan ocurriendo hechos horripilantes entre los jóvenes..
Lo cierto es que las modificaciones al Código del Menor no han producido los efectos que se esperaban como lo revelan la truculencia de los hechos cometidos por jóvenes y adolecentes de distintos estratos sociales. Lejos de disminuir, los crímenes y hechos de violencia en adolecentes se han incrementado a tal punto la Policía se ha visto obligada a reforzar el departamento que tiene que ver con los jóvenes en conflicto.
Ha quedado comprobado que la enfermedad no estaba en el Código, sino, en la sociedad misma, que no tiene respuestas adecuadas a los problemas de los jóvenes los cuales muchos mayores no entendemos.
La solución no está en los remiendos que casi siempre son aplicados, sino en adquirir un traje nuevo.
Atentamente,
Ruddy Germán Pérez.
periodista.