Opinión

CARTAS DE LOS LECTORES

CARTAS DE LOS LECTORES

Cartas

Su Santidad Papa Francisco
Señor director:

Respetable pontífice
Quien subscribe, Nieves Lidia Emeterio Rondón (Melania), una ciudadana de la República Dominicana, y quien profesa la fe católica inculcada desde el seno familiar. Es en tal condición que me dirijo respetuosamente hacia usted para saludarle, no sin antes pedirle al Dios altísimo le siga iluminando y llenando su cabeza y su corazón de la sabiduría divina para que esta le asista siempre y en toda ocasión mientras dure su peregrinar por la tierra.

Su Santidad, la exhortación hecha por usted a los obispos en la visita “Ad Limina” que en el recién pasado mes de mayo se llevó a cabo en la ciudad del Vaticano, es la que me convoca a escribirle la presenta misiva. Fue en esa especial ocasión donde hizo una petición a los obispos dominicanos, en el sentido de que estos consagrados pastores prestaran atención particular a los inmigrantes provenientes de Haití.

Esa, su exhortación, no es más que la expresión sincera de su sensibilidad hacia quienes Su Santidad entiende que sufren, y tienen urgencia de compasión y de ayuda. El pueblo dominicano coincide con usted, ya que, precisamente, esa misma solidaridad y compasión, es la que históricamente lo ha distinguido con respecto a los nacionales del vecino país.

Papa Francisco, desde hace un buen tiempo el país soporta un excesivo e indetenible flujo migratorio de nacionales haitianos que huyen de su país en busca de mejor suerte, lo cual es un derecho que les asiste, pero a consecuencia de ello hemos sobrepasado, en mucho, nuestra capacidad para absorber a tantos migrantes.

Nuestra situación, como país receptor, se agravó drásticamente con la ocurrencia del terremoto acaecido en Haití, en enero del 2010, pues en ese momento a los haitianos se les dejó pasar sin ningún control, solo atendiendo, como siempre, a razones humanitarias, aunque empeoraba nuestra situación. Desde ese entonces, en muchos barrios y sectores populares, la presencia de haitianos compite en cantidad con los nacionales locales. Como usted comprenderá, no es justo ni humano, que se nos quiera imponer, como se ha venido haciendo, mayores cargas de la que estamos soportando.

Atentamente,
Nieves Lidia Emeterio Rondón, Melania
lidiamelania@claro.net.do

El Nacional

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