Opinión

CARTAS DE LOS LECTORES

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Cartas

Duarte y revolución moral

Señor director:
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Hoy, más que en ningún otro momento, nos corresponde hacer valer los valores de Duarte, porque prácticamente en toda su extensión, quienes fueron elegidos e investidos con la autoridad para cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, no lo están haciendo apegados a los valores del Padre de la Patria.

Como hijo de este terruño, exhorto de manera muy especial a los jóvenes, a construir un país en el cual se respeten los derechos de todos, que se ofrezca un trato justo e igualitario a hombres y mujeres, a comprometerse y hacer suya la determinación de cambio, arraigada en la mente y los corazones de quienes trabajan día y noche por restaurar la esperanza y un mejor porvenir para el pueblo.

Si no reclamamos y exigimos a los gobernantes de turno que su práctica se corresponda con el ideal duartiano, entonces nos alejamos más de sus principios, valores y de su amor por la Patria que nos legó, llegándonos a convertir en prisioneros de los que hoy vulneran sus valores.

No olvidemos que los valores que nos legó el Patricio son aplicables a todos los dominicanos, no a una clase política. Es importante conocer, vivir y practicar estos valores como dominicanos, pues al practicarlos, podemos enrostrarle a nuestra poca ejemplarizante clase política que lo aplique de lo contrario, la sociedad civil no tiene moral para ello.

En estos tiempos en que el país atraviesa una profunda crisis de valores cívicos y morales, es cuando más sobresalen las virtudes que adornaron a Juan Pablo Duarte, un hombre que tuvo como norte la libertad y la justicia, nobles principios que constituyeron su ideario. Desde muy joven, Duarte exhibió rasgos que le distinguieron entre los jóvenes de su época y que le ayudaron a formar un liderazgo que, en el fragor de las circunstancias políticas de la época, le convertirían en paladín de la libertad.

Atentamente,
Francisco D´Oleo*
*Vicerrector académico de UNAPEC.

El Nacional

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